Revista Deportes
Tras la marcha de Cristiano Ronaldo al Real Madrid por 80 millones de libras en el verano de 2009, muchos esperaban que fuese una estrella de renombre internacional quien heredase la camiseta con el número 7. Sin embargo, Sir Alex Ferguson sorprendió a propios y extraños fichando a Michael Owen, que acaba de descender a la Championship con el Newcastle United.Es cierto que las cifras de Michael Owen en el Manchester United no son extraordinarias (en tres temporadas participó en 51 partidos anotando 17 tantos), pero más allá de los fríos números o de algunos importantes goles, lo que quedará en el recuerdo de los seguidores del United es la profesionalidad y el sentimiento de felicidad que transmitía por formar parte de este club. Algo especialmente destacable teniendo en cuenta que Owen vistió la camiseta del Liverpool durante ocho temporadas.Owen anunció hace unas semanas que el club había decidido no renovar su contrato, una noticia que no resultó una sorpresa, ya que el delantero inglés tan sólo había disputado cuatro encuentros en la temporada que acaba de finalizar, que una vez más estuvo marcada por las lesiones. Resulta difícil de imaginar de qué hubiese sido capaz el ganador del Balón de Oro de 2001 de no haber sido perseguido por las lesiones durante gran parte de su exitosa carrera.En la memoria de los seguidores del United siempre permanecerá el gol de la victoria marcado por Owen en el minuto 96 de la victoria por 4-3 ante el Manchester City en Old Trafford en septiembre de 2009, un partido que recientemente ha sido votado por los aficionados como el mejor de los 20 años de historia de la Premier League, pero sobretodo quedará el recuerdo de un gran persona, cuya trayectoria como integrante del United él mismo se encargó de resumir en su despedida: “He amado cada minuto delos tres años que he pasado en este fantástico club”.
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