Las sincronías nos recuerdan que nuestra vida tiene un sentido, aunque no entendamos su mensaje. Cuando las vivimos conscientemente algo se enciende en nosotros, aparece una luz que nos invita a mirar en nuevas direcciones, ampliando nuestra realidad; sin embargo lo más corriente es que ese destello se extinga sin que nuestra vida cambie, tenemos la sensación de haber perdido una oportunidad, y nos queda el mal gusto de no saber cuál.
La puerta a la imaginación nos lleva a un mundo
de múltiples colores, donde lo imposible deja de
serlo y nuestros sueños aguardan ser descubiertos
Con los pies en el suelo, nos encontramos hoy en día con una humanidad que vive sobre todo en estos estados de necesidad, y que parece no tener tiempo para abrir la puerta que la conduzca a descubrir sus sueños. Pero precisamente ese no encontrar el tiempo es la llave que mantiene cerrada la puerta. Es necesario aprender a tomar posesión de nuestro tiempo poco a poco, es más fácil de lo que parece.
Cuando somos fieles a nuestros sueños
comprendemos que la casualidad no existe,
más allá de cualquier teoría la experiencia
nos lo demuestra. Pedro Palao ha reunido
en su último libro una serie de historias
reales absolutamente improbables,
conocerlas nos puede ayudar a liberarnos
de las creencias que pretenden hacer de
la existencia algo fundamentalmente
azaroso, a partir de ahí podemos iniciar
la gran aventura de sentirnos los
creadores de nuestra vida.
Encarnar un sueño no es algo egoísta, sino todo lo contrario, ya que no nace en el ego, sino en nuestro corazón. La esencia del corazón es que conoce y reconoce siempre a todas las partes y, en consecuencia, está conectado en todo momento con los demás corazones; precisamente por eso los sueños se entrelazan entre sí y se apoyan mutuamente, más allá de lo que nuestra mente puede ver, de ahí la necesidad de las “zanahorias” que atraen al “conejo”. Este don de los corazones es el que crea las sincronías necesarias para que podamos encarnar nuestros sueños, nuestro corazón es el mago invisible que siempre nos acompaña.
Tal vez esto te parezca poco científico, lo que puedo testimoniar es que funciona. Está claro que tenemos que crear una serie de teorías científicas-muchas de ellas ya están en marcha – que permitan mantener nuestra puerta abierta, una nueva aventura para nuestro intelecto e imaginación. Las buenas y nutrientes teorías siempre serán deliciosas “zanahorias” con las que alimentar nuestra mente y mantenerla fuerte y ágil, algo imprescindible si queremos mantener la puerta abierta.