Revista Comunicación
Insólito e increíble lo ocurrido en una familia de Bolivia. Un padre ha tenido encerrado a su hijo durante dos meses en una especie de caja por haber hecho una llamada telefónica. Su religión les prohíbe el uso de las nuevas tecnologías. La fiscalía boliviana liberó al joven tras pasar más de dos meses encerrado en el habitáculo que su padre había construido para castigarle.