Sabíamos que era un inútil y un inepto, que es de la opinión que los asuntos se solucionan con el tiempo, que su método de trabajo se basa en la inoperancia y el inmovilismo, sabíamos que miente más que habla, pero desconocíamos que además es un borde, gilipollas y sumamente mal educado.
El viernes Rajoy demostró lo que es negándole el saludo a Sanchez y el domingo 14 por la noche mi amigo galés me dijo “You have a very bad mannered president”, es decir, tenéis un presidente muy mal educado, porque había visto el numerito en todos los noticieros.
Que en el PP alguien reconozca que se ha equivocado y pida disculpas es algo que nunca veremos porque ellos nunca se equivocan, y cuando ocurre un incidente como el del viernes la culpa de todo es, por supuesto, del otro, y rápidamente salió la versión PP que por lo publicado en la prensa viene a decir, en el caso de La Vanguardia, lo siguiente:
“Acudir a la cita, aseguran fuentes del entorno de Rajoy, fue una cuestión de educación, de demostrarle a Sánchez que hay unas normas en política que no deben saltarse, como la de sentarse y escuchar al contrario, por mucho que sea lo que les separa.
El presidente del PP no quiso pagar al líder del PP con los mismos “desprecios e incluso humillaciones” que, en opinión de su círculo más cercano, les ha hecho Sánchez. Un dirigente político debe escuchar aún a sabiendas, como era el caso de Rajoy el viernes en el Congreso, de que no iba a sacar nada en claro de ese encuentro. ¿Cuál era la alternativa?, se preguntan los colaboradores de Rajoy. Quizá no haber aceptado la invitación y rechazar una reunión como Sánchez la había rechazado antes, o mandar a alguien en lugar de Rajoy, a Rafael Hernando, a María Dolores de Cospedal. Pero hubiera sido un desprecio a quien tiene el encargo de formar gobierno y por eso Rajoy, “que es un hombre educado” –subrayan– acudió a la cita en persona, y saludó al todavía líder de la oposición en funciones, aunque en privado, en la antesala del lugar donde se reunieron. ¿Porqué no en público?”. Porque Rajoy “no es hipócrita”, dice uno de sus colaboradores.
No obstante, en el entorno de Rajoy aseguran que la reunión, pese al incidente del saludo, se desarrolló sin la tensión que las imágenes revelan, aunque sirviera de poco porque cada uno hablo de lo que quiso sin oír al otro. La formación del Gobierno y las posibles coaliciones se quedaran en el tintero.
De todas formas, Rajoy no se arrepiente de haber acudido a la cita, considera que era su obligación, aunque ya a nadie le quepa la menor duda de el entendimiento entre ambos es imposible”.
Lo dicho, el mal educado fue el otro. Lo realmente curioso de esta versión es que la emite un partido y referido a un señor que se han pasado cuatro años confundiendo mayoría absoluta con dictadura y negándose a dialogar ni con el espejo.
Desafortunadamente, las mentiras, tergiversaciones y manipulaciones del PP y Mariano Rajoy se las creen muchos españoles, a juzgar por el resultado de las últimas elecciones.