Revista Música

Encontrando el camino a casa…

Por L
Eddie Vedder – Into the wild
Puede que te ha haya llegado cuando estabas sentado en un parque encementado a 20 metros bajo tierra, en alguna congestionada estación de Metro, en un micro por la noche, caminando a casa luego de la jornada, sentado en el patio de la universidad, realmente da igual el lugar. Pero como un halito helado y luego como una sensación de hastío se viene siempre a la mente, cuando ya la velocidad del mundo moderno se come hasta el ultimo resquicio de paciencia;  esa necesidad de volver a cero, y no hablo de nada suicida, solo les recuerdo ese instante cuando el anhelo de libertad se pavonea en nuestra cabeza..

Corría Agosto del 92’ y Christopher McCandless o Alexander Supertramp, como solía apodarse, había dejado ya cualquier rastro de su vida atrás ¿Con que fin?. La vida moderna lo había hastiado considerablemente y emprendió un viaje donde se despojo de cualquier atisbo material, donando sus ahorros a  Oxfam y partiendo al camino- para encontrarse a si mismo en la naturaleza, Alaska en particular. Alcanzaría a vivir un buen tiempo en esas condiciones, habitando en un autobús abandonado y alimentándose de animales pequeños que cazaba, todo ello mientras llevaba un diario de su estancia- sin embargo las difíciles condiciones climáticas, tanto como la falta de alimentación y experiencia en situaciones de ese tipo terminarían quitándole la vida- mas lo importante quedo plasmado ahí- el mensaje de búsqueda, que representa su historia. Esta última seria trasladada a tinta años mas tarde. Pero ya para la nueva década el destacado Sean Penn, llevaría esta versión al cine, narrándonos visualmente la travesía de Supertramp- No se asusten, este no es blog de cine, ni pretende serlo, pues de lleno nos guiaremos por la banda sonora de esta película que trae con ella a uno de esos personajes imprescindibles de la cultura musical reciente- Eddie Vedder- . Considerándolo amigo del director no resulta extraño que luego de algunos contactos halla accedido a musicalizar esta historia. Haciendo uso de una esencia folk, conmovedora y muy simple, pero que en esa misma simpleza radica toda su fortaleza.
¿De Que va?- Veamos. Esta placa tiene al menos tres particularidades que le dan toda esa garantia de solidez. La mayor es que marca el debut como solista de la voz cavernosa de Pearl Jam, lo cual le brinda mayor libertad para aventurarse lejos de los muros del rock……..¡ ESPEREN ! no tan lejos, porque pese a que Into the wild, esta claramente mas abanderada por el lado del folk, conserva ahí- intrínseca esa esencia dura, esa condición potente e indomable ¿no es esa la naturaleza del rock?- aparte nunca ha sido un genero demasiado limpio que digamos , por ende su estructura queda abierta a miles de influencias- Segundo, al ser una banda sonora de… la narrativa preexistente de la película, le brinda de por si, la estructura en la que envolverse, en este caso, la historia va muy compenetrada con las canciones- y el aura austera de estas mancomuna de buena manera con ese aire ermitaño y desolado de la narración global. Tercero, Vedder tuvo la suficiente libertad, para incluir un material lo necesariamente honesto dentro de los parámetros de la música moderna, que sin duda- con o sin imágenes de apoyo, recrea retratos de hielo, soledad natural y guerras internas con los demonios de cada eremita- Duraciones cortas que están a favor del disco, mas que del brillo de una u otra canción, siempre se vela por la sustancia del resultado global- que a todas luces cumple.
Por cierto por irrelevante que suene, al momento de la salida de este material se esperaban retazos de Pearl Jam, ya saben el típico viudo del grunge- que quedó disconforme con el color adquirido en esta entrega. Mas seria terriblemente desacertado el intentar siquiera buscar algún resabio de PJ, se nota que acá no esta MccReady o Gossard o Cameron y saben, no les hecho de menos. Pues simplemente la voz de Vedder y una guitarra, ukelele o con lo que decida rasguear, basta para lograr un disco intimo- El sonido de PJ es absolutamente extrovertido cargado de fuerza, opuesto a ello Vedder es lo mas introvertido y de fogata que he podido oír, lo cual sin duda es distinto, pero en todo el buen sentido de la palabra. De esas contadas ocasiones donde poco se torna MUCHO y por lejos.
Setting forth, abre con una especie de idea electroacústica a desarrollar en su minuto y 37 segundos de duración. Apantalla inicialmente  al mostrar unos bellos vaivenes eléctricos, que luego derivan al duro rasgueo. No será deslumbrante- por una cuestión de duración no se podría adjudicar ese titulo- pero tiene algo que contar eso se nota instantáneamente, una canción buena a secas que es el fin de todo proyecto minimalista ¿no?
Tenues escarceos sicodélicos vienen con No Ceiling, y el instrumento de cuerdas que usan tiene esa característica de emitir una esencia absolutamente estival, pura luz que se estrella contra la voz oscura y sin contraste de Vedder. Resulta en una canción bastante agradable, tal vez con mas desarrollo hubiese armado una tremenda pieza, no obstante eso seria especular y por lo demás, creo entender que el fin de estos temas no es ser sempiternos sino mas bien, ejecutarse los mas efímeramente posible, y eso es justamente lo que mas me gusta de este disco…su fugacidad natural y poco precipitada.
Mas dosis de los Who, vienen incluidas en Far Behind, esa construcción de la tensión rígida antes de partir con un tema, es muy propio de la banda de Daltrey y cía, y un recurso que fue ocupado en una que otra ocasión por la banda nodriza de Vedder , bueno es una leve concesión que se otorga dentro del adusto mar acústico por el que se abandera el LP. Amague interesante también, el que intercala al 01:37. Aunque al final se me haga encomiable esa pregunta que lanza ligeramente el tema ¿Por qué ser otro libro mas en un estante? ¿Por qué? No me cabe la menor duda que el protagonista de este relato se la  contesto a si mismo. En definitiva, canción de buena aura, que intenta elevar un poco lo sedentario del album, con puro tufillo a libertad.
Ya han pasado tres cortes en un abrir y cerrar de ojos cuando el ukelele hace acto de precensia con su sonar “mágico”. Rise es una canción sencilla con acordes luminosos, aunque no sin ese pequeño efecto amenazante y angustioso, procedente de toda composición de Eddie. Pero al menos deja mas aire a la línea de tracks, ligeramente positiva me arriesgaría a afirmar. El titulo, me trae a la mente una similitud con la palabra arroz en ingles, asi que no puedo evitar una imagen de la cinta, con la bolsa de arroz disminuyendo gradualmente, insinuando el fantasma del hambre de formas sutiles.
Ya con Long nights, tendríamos una de esas dos piezas que escapan a la magistral unidad, para lucir por valía propia. Puede ser negativa y proyectar ciertos espectros de frío nocturno, donde ni el mejor abrigo del mundo pueda evitar que sientas congelarte desde dentro. Pero es que la ejecución esta tan bien calibrada que engulle apenas uno le da la primera oída. Vedder para este caso ejecuta folk, pero colgándose seis cuerdas eléctricas al cuello en vez de la clásica guitarra de palo. Los arpegios son sencillos pero sobrecogedores, menos es mas en todo el sentido de esa expresión. La connotación que se le da tambien a la entonación en las lineas “Long nights allow me to feel...I'm falling...I am falling…the lights go out.  Let me feel i'm falling… safely to the ground” arroba. Esta tal vez debiese durar mas, sin embargo son dos minutos y medio emocionantes, que bastan y…no, no sobra nada.
El ecuador del OST es cruzado por Tuolumne, un instrumental de un minuto de duración que enfatiza el relajo, amparado en la idea de haber traspasado ya la medianía de la travesía. Una sutil previa para la aspera Hard Sun. Un cover de Gordon Peterson, la clase de canción que denota una dureza natural, la guitarra apedrea, la voz quema, y aun no sonando demasiado sorprendente, de hecho tiene una forma bastante monótona, consigue regalar esas contadas ocasiones en que lo electrificado se toma el protagonismo de este Into the wild. Si el sol y la Tierra le cantaran a un viajero extraviado, no me cabe duda que cantarían algo muy parecido a Hard Sun.
Definitivamente Society se desenvuelve en otro nivel, aunque acunando básicamente el mismo principio “con poco hacer mucho” y no escatima en recursos emocionales a la hora de instaurar la directiva del tema, coros, rasgueos acompasados, estribillos gancheros. Compuesta por Jerry Hannan y poseída en su totalidad por Vedder este escupitajo a la sociedad y sus modelos, no sin un dejo de tristeza, se apoya en la lírica explicita “..y tu crees que tienes que tener mas de lo que necesitas”. O el efecto emocional en la pronunciación susurrada de los “without me” dan la sensación que en cualquier instante el alma del vocal saldrá disparada con guitarra y todo. Resumiendo, si Long Nights era el resultado de escapar, con Society tendríamos el motivo.
Sumamos otro instrumental con The Wolf. La podríamos reducir a gritos catárticos mas pastosidad sonica, o un enlace hacia la salida. Pero hay un poco mas de donde juntar puntos. Aprovecha de utilizar el tótem del lobo que como entenderán tiene ciertas interpretaciones que pueden ser utilizadas por la mentada película y banda sonora. Contrario al entendimiento popular la imagen del Lobo es erróneamente asociada a la soledad, que es una idea algo errada, ya que este ultimo mas bien, representa al equilibrio entre el mundo personal con el externo, es decir el equilibrio entre uno y la sociedad. Podría ser una canción de relleno para algunos, no obstante su significación le da demasiada relevancia para pasarla por alto.
Ya con End of the road y sus seis cuerdas congestionadas son los remates que van cerrando el panorama. La letra otra vez hace de las suyas en particular el fragmento “Find a way to where the sky meet the earth” podría hasta llegar a sonar grandilocuente, mas es apropiada para un album de viaje como este. Una canción congestionada, que juguetea sutil con algunos matices de sintetizadores, aunque la guitarra es la que lidera los colores de la canción a pura desnudez y precariedad.
El broche de cierre corre por la mano de Guaranteed, minimalista, arpegiada, sencilla, letra ad-hoc y asi una suma de calificativos que pueden sonar reiterativos, es que la totalidad esta demasiado ligada a la personalidad que tenga cada canción, y aunque sean siete minutos de duración engañosos, ya que luego de un parón continua el tema en una versión reprise. Guaranteed consigue aplacar cualquier duda sobre la línea trazada para esta banda sonora. Una despedida dulce, que hasta el último segundo nos plantea frases a recordar… “conozco todas las reglas, pero ellas no me conocen a mi”. Y tú lector ¿las desconocerás?
Ya para cerrar,en el formato que sea Into the wild funciona tal como se lo propone, ya sea como película, como libro o como lo que nos atañe; su banda sonora – Se nota la compenetración de Vedder para con el hilo narrativo de la cinta, eso ayuda primero a facilitar el recorrido de un disco que ya tiene como asidero su trama- y este se podría limitar simplemente a rematar escenas o ahondar mas en las percepciones que deja la cinta de Sean Penn, sin embargo va un paso mas allá- se mimetiza totalmente con las formas de expresión, que intenta ese hijo del séptimo arte. Y probablemente al terminar Guranteed estés tomando tu mochila y abordando el camino que te lleve a algún despoblado natural – palabras de suerte y ¡ Von Voyage!
·   Tracklist
·   Setting Forth·   No Ceiling·   Far Behind·   Rise·   Long Nights·   Tuolumme·   Hard Sun ·   Society·   The wolf·   End of the Road·   Guaranteed

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