Siguiendo las indicaciones de Eckhart Tolle en su libro UNA NUEVA TIERRA, encontramos que las palabras vocalizadas o formuladas silenciosamente en los pensamientos pueden ejercer un efecto hipnótico en la persona.
Es fácil perderse en ellas. Atribuirle una palabra a algo no equivale a saber lo que ese algo es. Hemos ocultado el misterio detrás del rótulo. Todo escapa al conocimiento; el ave, la flor, la piedra o el ser humano. Esto se debe a la profundidad inconmensurable de todas las cosas. Todo aquello que podemos percibir, experimentar o pensar es apenas la capa superficial, menos que la punta de un alfiler.
Debajo de la superficie no solamente está conectado entre sí, sino que todo está conectado con la Fuente de la vida de la cual provino. Hasta la piedra, la flor o el pájaro podría mostrarnos el camino de regreso al G.'. A.'. D.'. U.'., a la Fuente, a nuestro propio Ser. Cuando observamos o sostenemos la flor o el ave y le PERMITIMOS SER sin imponerle una etiqueta mental se despierta dentro de nosotros una sensación de asombro, de admiración. Su esencia se comunica calladamente con nosotros y nos permite ver, como en un espejo, el reflejo de nuestra propia esencia. Esto es lo que sienten los científicos, los grandes artistas, los descubridores, los inventores y lo logran transmitir a través de sus obras
Cuando nos abstenemos de tapar al mundo con palabras y rótulos, recuperamos ese sentido de lo milagroso que la humanidad perdió hace mucho tiempo cuando en lugar de servirse del pensamiento, se sometió a él. L a humanidad "perdió la palabra", la inteligencia, el Verbo, el Logos de Platón por la hipocresía, la ignorancia y la ambición. Los masones han comprendido la causa de la decadencia y el modo de salvar al linaje humano, sacando esa "palabra" de las catacumbas que la encierran.
La profundidad debe retornar a nuestras vidas. El mayor milagro es la experiencia de nuestro Ser esencial anterior a las palabras y los pensamientos,Para que esto suceda debemos liberar a nuestro Ser, nuestra sensación de Existir. Este es el verdadero proceso de liberación.
Mientras mas atención pongamos a las palabras y a los pensamientos, a las personas o las cosas, mas inerte se hace la realidad, a ese milagro de la vida que se despliega en nuestro interior y exterior. Puede ser un camino para adquirir astucia pero a expensas de la sabiduría que se esfuma junto a la alegría, el amor y la creatividad. Estos se ocultan en el espacio quieto entre la percepción, la intuición y la interpretación. Las palabras y los pensamientos tienen su propia belleza y debemos utilizarlos, pero es preciso que no nos dejemos aprisionar en ellos
Las palabras reducen la realidad a lo que esta al alcance de la mente, lo cual no es mucho. El lenguaje consta de vocales y consonantes que muy difícilmente podrán explicar algún día lo que somos o el propósito último o la esencia profunda del universo.