Vi en Internet una oferta de teléfono + Internet de una empresa de telefonía la cual no se si decir su nombre o no, la cual ofertaban Internet alta velocidad + teléfono por 25,90 + impuestos. Les llamo y me encuentro la primera falta de ética, la oferta está mal redactada, al precio hay que sumarle 13,90 por la linea telefónica, no obstante 39,8 + impuestos me sigue pareciendo una buena oferta.
Llamo a atención al cliente y nada solucionan, me indican que ponga una reclamación, escribo a atención al cliente y me contesta de un modo bastante seco que 59,90 es mi tarifa y que no hay nada que reclamar, re-escribo, les comento la oferta y lo pactado con el operador y me vuelven a contestar que 59,90 es la tarifa y que no hay nada que reclamar. Llamo de nuevo a atención al cliente y solicito mi baja.... ahora si quieren comentar, y me dicen que a mi no me aplican la oferta que contrate, por que fui cliente en el pasado yo les contesto que con independencia de la oferta yo pacte 39,8 y me están clavando 20,1 euros de mas. La respuesta de esta empresa de telefonía la cual no se si decir su nombre o no es que me hacen un descuento provisional durante 3 meses del 25%, lo cual debería pagar 44,9 que sigue siendo superior a lo pactado.
Me siento engañado, y solicito mi baja que tramitan, según les obliga la ley en menos de 48 horas y me he ido a otro proveedor.
Ya algún amigo me ha comentado que con otro proveedor me puede pasar lo mismo. No lo se, de momento mi cabreo como consumidor lo ha provocado la empresa de telefonía la cual no se si decir su nombre o no.
Mi reflexión es sobre la ética en el comercio y en las relaciones con los consumidores, me siento un poco harto de ver a mi alrededor pequeñas triquiñuelas que se basan principalmente en el hastío de los consumidores y la falta de medios para reclamar. Recordemos algunas: Las eléctricas cobran el reenganche (9 euros) cuando cambian el contador por que les obliga la ley, vamos algo que no ha pedido el ciudadano ni el contador el suyo. La empresa de telefonía la cual no se si decir su nombre o no, clava 20 euros al mes al ciudadano por que estima que cambiarse de proveedor es un engorro y tragará. Las empresa con autorización de las suministradoras de gas para las revisiones llaman a las puertas de los ancianos principalmente, para decirles que son la compañía del gas y que tienen que hacer una carisma revisión que no necesitan. Y así, podría estar hasta pasado mañana.
¿Por que no reclamamos los consumidores?, ¿Es un problema de falta de tiempo?, ¿de hastío?, ¿de aburrimiento?. Hemos llegado, quizás, a sentirnos carne de cañón de macro empresas que se han acostumbrado a torearnos. Tengo la certeza moral que todo nuestro sistema jurídico este pensado y diseñado para facilitar la tesis que “la banca siempre gana” siendo la banca cualquier macro empresa con un monopolio o con trabas para la entrada de la competencia real.
Lo cierto que reclamar es un proceso largo. Recuerdo hace años, que un banco se negaba a pagarme un cheque por que su importe era mayor de 600 euros, había necesariamente que ingresarlo, según “normas del banco”, ingresarlo suponía abrirles una libreta, cobrarlo 24 horas después, cerrar la libreta y ver cargada una comisión por cobro de cheque de 2,2 euros, curiosamente el exceso de esos 600 euros que era el máximo que abonaban en ventanilla era menor que la comisión indicada.
En este caso tuve paciencia, hice la reclamación con hojas de la Generalitat Valenciana, después ingrese el cheque en mi banco habitual y fui a las oficinas del Banco de España e hice una reclamación. Me dieron la razón y obligaron al banco a abonarme el coste de la comisión que me cobro mi banco, como 4 meses después, por cierto, fui a cobrarlo y me costo mas el metro para ir que lo que me pagaron, aun tengo un amigo que desde entonces me llama PacoMartinezSoria (por la película “Don Erre que Erre”).
Yo os animo a todos a reclamar, a tocar las pelotas a las compañías que se ríen de los consumidores, a no ir a gasolineras autoservicio, a ser lentos en las colas del super para que pongan mas empleados, a mirar precios, a preguntar, a pedir hojas de reclamaciones, a repasar tiquesde restaurantes (en especial si vais un grupo de amigos, me apuesto a que SIEMPRE os clavan algo), a publicar en vuestros facebooks y blogs las experiencias, a luchar por nuestros derechos.
Algo ganaremos.