Marina Brozovic, una de las responsables del avance tecnológico que posibilitó estos hitos, explica: "Dar con la LRO fue relativamente fácil, ya que trabajamos con los navegantes de la misión y teníamos datos de la órbita precisa en la que se encuentra. Encontrar la Chandrayaan-1 requirió un poco más de trabajo de investigación, debido a que el último contacto con la nave espacial fue en agosto de 2009".
La nave Chandrayaan-1 tiene un tamaño similar al de un automóvil pequeño, por lo que su localización indica que el nuevo radar, que funciona con un potente haz de microondas, puede ser muy útil a la hora de dar con desechos espaciales y vehículos perdidos a grandes distancias.