Utilizando el Very Large Telescope (VLT) de ESO, los investigadores han encontrado por primera vez las huellas dactilares dejadas por la explosión de las primeras estrellas del Universo. Detectaron tres nubes de gas distantes cuya composición química coincide con lo que esperamos de las primeras explosiones estelares. Estos hallazgos nos acercan un paso más a la comprensión de la naturaleza de las primeras estrellas que se formaron después del Big Bang.
" Por primera vez, pudimos identificar los rastros químicos de las explosiones de las primeras estrellas en nubes de gas muy distantes", dice Andrea Saccardi, estudiante de doctorado en el Observatorio de París - PSL, quien dirigió este estudio durante su tesis de maestría en la Universidad de Florencia.
Los investigadores piensan que las primeras estrellas que se formaron en el Universo eran muy diferentes de las que vemos hoy. Cuando aparecieron hace 13.500 millones de años, contenían solo hidrógeno y helio, los elementos químicos más simples de la naturaleza. Estas estrellas, que se cree que son decenas o cientos de veces más masivas que nuestro Sol, murieron rápidamente en poderosas explosiones conocidas como supernovas, enriqueciendo el gas circundante con elementos más pesados por primera vez. Las generaciones posteriores de estrellas nacieron de ese gas enriquecido y, a su vez, expulsaron elementos más pesados a medida que también morían. Pero las primeras estrellas ya no están, entonces, ¿cómo pueden los investigadores aprender más sobre ellas? " Las estrellas primordiales pueden estudiarse indirectamente detectando los elementos químicos que dispersaron en su entorno después de su muerte", dice Stefania Salvadori, profesora asociada de la Universidad de Florencia y coautora del estudio publicado en el Astrophysical Journal.