Encuentro con andrés pascual (a merced de un dios salvaje)

Después de las vacaciones han sido muchos los encuentros con autores a los que hemos sido convocados y el primero de ellos, nada más comenzar el mes de septiembre, fue este con Andrés Pascual para hablarnos de su nueva novela A merced de un dios salvaje, una novela que tenía en mi punto de mira desde hace meses, no solo porque haya leído prácticamente todas las novelas de este autor sino porque ya me habían hablado muy bien de ella y me habían dicho que no me la debía perder.
El sitio elegido fue la Librería Cervantes y Cía., que bajo una nueva dirección ha hecho algo de reforma y han quedado unos espacios para hacer presentaciones que están francamente bien y donde disfrutar entre libros.
Además, en este caso el escenario no podía haber sido escogido mejor ya que parecía que nos encontrábamos dentro de una bodega, un sitio muy acorde con el lugar donde se desarrolla la novela.
Para entrar en materia tomo la palabra Miryam Galaz, editora de Espasa y de la novela, quien conoció a Andrés Pascual a raíz de que éste ganase con Taj el Premio de Novela Histórica 2016, a quien calificó como un ser maravilloso y una persona extraordinaria, un hombre muy listo, muy generoso y sorprendente, cualidades con las que un editor no puede estar más contento. Además dijo que había sido un lujo poderle acompañar en toda la novela, desde que la chispa prendió en su cabeza, y ha sido maravilloso trabajar a su lado.
Cuando Andrés planteó a la editorial la idea de que esta novela se desarrollara en su tierra y que fuera una historia de pasiones familiares no pudieron estar más sorprendidos y entusiasmados.
Tras las palabras de Miryam, Andrés dio las gracias señalando que al final una novela es el trabajo de todos y que la novela no hubiera sido lo mismo sin Miryam y sin el equipo de Espasa.
Enseguida pasamos a mantener una animada charla en la que Andrés nos habló de cual había sido el  "germen" de esta novela que podría remontarse a cuando estuvo en Japón y escribió el Haiku de las Palabras Perdidas, ya que pasando el tiempo se han ido dando una serie de "casualidades", aunque cuando suceden una serie de cosas una puede ser tomada por casualidad pero cuando son varias dejan de serlo, que le llevaron durante una visita a unas bodegas, a fijarse en un niño que interactuaba de una  manera muy especial con su abuelo quedándose cautivado, dándose cuenta que no era un niño convencional. Después se enteró que este niño tenía Síndrome de Dravet y ahí estuvo la chispa creativa de la novela, ya que desde que decide introducir la enfermedad del niño en la novela todo comenzó a adquirir forma.
También en la viña vio el paralelismo de cómo es la vida de quien tiene esta enfermedad y quien los rodea, con los frutos de esta tierra, La Rioja, y la necesidad de vivir el momento al que lleva la enfermedad, le pareció inmensamente inspirador y, aunque no es de los que piensa que un libro tiene que tener detrás compromiso social, si este hecho le sirve para que el personaje crezca, mejor que mejor.
Además nos comentó que casi todas las cosas que aparecen en la trama que tienen que ver con la enfermedad son verdad, aunque estén noveladas, y la novela no sería lo mismo sin esta enfermedad en cuanto a lo que conlleva de cielo e infierno y de prueba.
A merced de un dios salvaje es un libro cargado de anécdotas costumbristas, por lo que tiene que agradecer mucho a mucha gente, y en el que ha sentido una carga de responsabilidad especial, porque aunque como todos sus libros está muy trabajado y ha cuidado hasta el último detalle, ha tenido mucho cuidado para que nadie pudiera encontrar ni un detalle equivocado.
También comentó que ha sido maravilloso disponer de tantas voces narrativas, y que le ha servido mucho el bagaje adquirido como Abogado de pueblo que trascendía de los libros de Derecho, lo mismo que ha tenido que marcharse y viajar lejos para ver su tierra con otros ojos y descubrir las maravillas que hay en ella.
A pesar del tiempo que transcurrió, la charla se nos hizo cortísima y eso se debió tanto a lo amena que era como a lo bien que lo pasamos, porque como entenderéis son muchas las cosas de las que hablamos y que aquí no están, algunas por espacio y otras para no destripar la novela o porque no deben salir de allí.
Como siempre que asistimos a estos encuentros dar las gracias a todos los que lo hicieron posible.