Hace unos días, gracias a Ediciones Destino, tuve la oportunidad de asistir a un encuentro con Carlos Soto Femenía, autor de "El carbonero", una novela que como ya sabéis disfruté muchísimo y que desde aquí vuelvo a recomendaros.
Como en otras ocasiones el encuentro tuvo lugar en el Hotel de Las Letras. Allí nos dimos cita unos cuantos blogueros dispuestos a diseccionar una lectura que impacta cuando la lees y que con el paso del tiempo, hace más de un mes que la leí, va ganando en intensidad ya que es una de esas novelas que dejan poso en el lector. Carlos Soto comenzó comentándonos que un buen día navegando por internet encontró un artículo en el que quien fuera carbonero durante casi treinta años hablaba de su profesión. Este fue el pistoletazo de salida para esta novela que se ubica en la Sierra de la Tramontana. Imaginó a ese hombre del reportaje cuando era niño y a ese niño en un encinar de la sierra y comenzaron a surgir las imágenes que dan lugar a lo que él llama fogonazos que se van ensamblando unos con otros hasta trasladarlos al papel.Escribe sin esquemas, dejándose llevar por ese cúmulo de imágenes que van tomando forma en su cabeza de forma que casi pareciera que escribiera al dictado. Los personajes son absolutamente independientes de él mismo y son ellos los que construyen sus relaciones y él, como autor, se limita a llevar las riendas. Utiliza la primera persona porque es la voz con la que más cómodo se siente, le da muchas facilidades para su forma de escribir porque así fluye toda la intensidad y su creatividad es más productiva que en la tercera persona. Usa poco artificio, si no le fluyera de modo natural no escribiría, es como una comunicación del imaginario con una plasmación en el papel y él se siente en medio de todo. Nunca reescribe, solo corrige. Si un pasaje no le gusta lo trabajará más hasta que le guste pero nunca lo descartará para volver a escribir porque piensa que debe respetar todo aquello que escribe.
Preguntado sobre el auge de la novela rural cree que este género lo tiene fácil para enganchar porque a todos nos impresiona la naturaleza, es algo que tiene mucho poder sobre nosotros, la tierra es el entorno natural, pero aunque lo tenga fácil hay que saber hacerlo como lo hacía Delibes, hacer sentir lo que uno mismo siente contemplando esa naturaleza. Nos comentó también que considera a "El carbonero" una mezcla de novela negra y rural, e incluso thriller ya que aunque no tenga el ritmo que se le presupone a este género sí cuenta con un elemento fundamental en cualquier thriller como es la tensión que conlleva la historia.
No dejó de sorprendernos a los asistentes al encuentro que el autor confesase haber escrito la novela en tan solo tres meses y es que a pesar de la brevedad de la historia, "El carbonero" es una novela intensa en sus emociones y elaborada en cuanto a su prosa ya que encierra muchas metáforas y simbología. Una novela además en la que sorprende el distanciamiento de la voz narrativa en una trama con emociones tan fuertes como las que vive el protagonista. Al autor le llama la atención esta impresión que tenemos los lectores, y que por primera vez le comentó su editora, porque no es consciente de esa voz tan desapasionada que transmite tanta fuerza y piensa que quizá tenga algo que ver con la madurez y la determinación que han forjado a Marc con una niñez de crecimiento forzado en unas condiciones duras y salvajes.Una tarde muy agradable y una charla muy interesante que desde aquí vuelvo a agradecer tanto a la editorial como al autor y a todos vosotros os recuerdos que si aún no la habéis leído tenéis la oportunidad de ganar uno de los cuatro ejemplares que sorteo junto con otros tres blogs. Podéis ver toda la información aquí.