ENCUENTRO CON CARMEN ROMERO (El último regalo de Paulina Hoffman)

La semana pasada, ante la reciente publicación de la primera novela de Carmen Romero, El último regalo de Paula Hoffman, pudimos tener un encuentro con su autora para hablar de su novela.
Esta vez el encuentro fue en una librería muy especial que desde aquí aprovechamos para recomendaros que visitéis: La Lumbre. Así, rodeados de galletas, tartas y tés empezamos una agradable charla.
Lo primero que quisimos saber es cuánto había de ella misma en Alicia y en Paulina, nieta y abuela protagonistas de la historia. Carmen Romero nos aclaró que ella no es ni una ni otra, al igual que su abuela no es Paulina pero que sí que es cierto que tanto en Paulina hay muchos rasgos, anécdotas y detalles propios de su abuela como en Alicia los hay de ella.
Paulina se parece a su abuela en que ambas crecieron en Berlín, vivieron la guerra civil y compartían con su nieta, en este caso ella misma, los chocolates o la pasión por los libros hasta el punto de leer ambas dos el mismo.
Alicia se parece a ella en ese amor por los libros y las traducciones, el haber ido al colegio alemán, en los temas de la maternidad y en esa unión que tenía con su abuela.
Por todo esto, la novela está llena de detalles explícitos que son reales: una vajilla, un cuadro, un álbum de fotos...
Quisimos remarcar que, aunque las absolutas protagonistas son Alicia y Paulina, la novela está llena de personajes secundarios que son totalmente necesarios para explicar determinados hechos históricos y contextos sociales de la época como por ejemplo Sophie, es así porque es como debía ser en aquella época y como eran la mayoría de las mujeres, totalmente a la sombra de sus maridos.
Sobre cómo surgió la novela nos contó que fue a raíz de la muerte de su abuela, hace cuatro años. De hecho, la primera escena en la que abuela y nieta comparten una tarde viendo un viejo álbum de fotos es verídica. Cuando acabó el primer borrador de la novela, lo dejó reposar un par de meses y después lo recuperó y se puso a ordenarlo y a escribir la historia tal y como nos la encontramos en la novela.
Además, la novela ha tenido un duro proceso de documentación y posterior puesta en orden para que la novela fuera coherente y contara cosas pero sin parecer una clase de historia. De hecho, escenas como las de las violaciones de los soldados soviéticos a las mujeres rusas y la vergüenza de estas hasta muchos años después a contarlo son totalmente reales. De hecho esta es una de las escenas que más le costó escribir.
Nos contó que la novela en cierta manera es un homenaje a las mujeres de esa generación, la de la guerra, que han sufrido de todo y se han convertido en mujeres valientes, en verdadera heroínas. Esas mujeres que no aparecen en los libros de historia.
Muchos de los presentes coincidíamos que la parte de la novela que corresponde con la vida de Paulina se nos había hecho muy corta. Carmen nos confesó que está hecho a propósito, de esta manera que el lector sintiera añoranza igual que a la propia Alicia se la causa la desaparición de su abuela.
Si tuviéramos que resumir todo lo que engloba la novela  El último regalo de Paulina Hoffman podríamos decir que es la historia de un duelo pero a su vez es una novela con una gran lección de fuerza y una novela de amor es todas sus formas: familiar, de amistad, amor a los libros y cómo no, de pareja.
Muchos ya conocíamos a Carmen Romero de su faceta como editora y quisimos saber cómo había sentido ese estar al otro lado. Ella nos contó que era una experiencia muy enriquecedora porque ves las cosas desde otro ángulo. Ser editora le ha ayudado mucho, no en la primera fase de escritura que ha sido como una catársis en la que sacar todos sus sentimientos pero sí en esa fase posterior en la que hay que ordenar las ideas y escribir una historia que enganche, que emocione.
Decir que fue una tarde estupenda en la que disfrutamos un montón, tanto como lo habíamos hecho con la novela que desde aquí os recomendamos fervientemente.
Muchas gracias a la editorial, a la librería y por supuesto a Carmen Romero.