ENCUENTRO CON FEDERICO AXAT (La última salida)

Unos cuantos blogueros habíamos sido convocados a un encuentro en el Hotel de las Letras, con el escritor Federico Axat. 
La organización de dicho evento venía de la mano de Alba Fité, de Ediciones Destino, y la condición esencial para poder asistir era que todos los asistentes hubiésemos terminado de leer La última salida, ya que una de las finalidades de este encuentro era poder hablar con libertad y sin tapujos de las sensaciones que nos había producido, las teorías que habíamos elucubrado, y en general todas las preguntas que nos hubiese suscitado la novela y que quisiéramos plantear al autor.
Todos estuvimos como un clavo a la hora prevista y hechas las presentaciones de rigor (con el autor, ya que los demás nos conocíamos de sobra), nos trasladamos una sala del Hotel de las Letras en la que sólo estábamos nosotros alrededor de una mesa con la luz concentrada sobre la misma, lo que le daba un ambiente todavía más reservado, misterioso y secreto.
Sólo os voy a decir que decidimos llamar a esta reunión #CónclaveAxat, así que ya os podéis a hacer una idea de que de lo que allí se habló me voy a guardar una gran parte, entre otras cosas porque no vamos a destripar la novela a futuros lectores.

Entre lo que sí os puedo contar es que Federico Axat reescribió la novela varias veces e iba cambiandola continuamente y de hecho, la primera versión nada tiene que ver con la que resultó al final, es más esa primera versión no acababa como la actual.
Federico Axat nos comentó que cuando comenzó a escribir  La última salida, lo único que tenía era el inicio de la novela y suspendió la escritura porque no sabía como seguir, luego fue desentrañando la historia e imaginando a medida que avanzaba, se le empezaron a ocurrir cosas, con lo que era necesario volver atrás y reescribir para hacerla cuadrar porque no se trataba de añadir un párrafo, sino que a veces se trataba de líneas argumentales enteras o personajes que se incorporan, lo que hizo que el trabajo fuera más engorroso pero también más genuino a la hora de escribir. En cambio lo que sí tenía claro era que quería un inicio para esta novela con una gran sorpresa y giros durante la trama y... ¡vaya si lo consiguió!
Nos confesó que le encantaría poder planificar la trama, y está seguro que quien lea esta historia piensa que tiene una hoja de ruta trazada, algo que para él resultaría mucho más sencillo, sobre todo porque podría acomodar todas las piezas antes de trazar la historia, pero este sistema que para otros puede funcionar, a él no le sirve.
Cuando intenta avanzar hacia algo siempre se le ocurren soluciones que no le llegan a convencer pero sigue avanzando, porque cuando llega a un punto siempre se le surge algo mejor que lo que tiene y retrocederá para corregir, para acomodar, para ligar, es algo que siempre le pasa, vuelve, por lo que no planifica la historia y así va descubriendo y reescribiendo a medida que avanza. Esto lleva a que suele tener más de una versión alternativa, muchas veces muy diferentes, y también a que haya que desechar mucho de lo que tiene escrito.
Todo este proceso de creación requirió que estuviera muy embebido por la trama para conseguir que fuera creíble, para conseguir que estuviera bien hilada y todo casara, debido a los múltiples giros en la lectura. Además cuando escribe trata de adelantarse al lector y va plantando semillas para los distintos tipos de lectores, intentando escribir para todos ellos.
Además le gusta la ambigüedad y que los lectores tomen partido, como lo toma él, lo cual no quiere que el suyo sea la realidad, lo que está escrito escrito está, y todo lo demás son especulaciones y todas ellas válidas.
Una de las cosas a las que tenía más miedo cuando escribió esta novela es a que no hubiese equilibrio en ciertas partes de la novela. No quería que ninguna de ellas tuviese más peso que la otra haciendo que el lector tuviera más interés por una en detrimento de la otra.
Federico Axat nos confesó que cuando acaba una novela tiene que volver a releerla porque muchas veces en esa reescritura quedan capas de las versiones anteriores y puede que alguna parte de la novela ya no exista porque la ha eliminado y puede contener alguna discordancia, lo que supone que una dificultad adicional. Esta ultima lectura tenía que ser muy concienzuda.
Nos contó que con otra de sus novelas al final la reescribió entera, buscando las incoherencias que pudieran haber surgido para poder llegar al giro final que se le había ocurrido cuando ya estaba la novela terminada, y que era distinto del que tenía al principio.
Le gustan los finales sorpresivos en sus novelas, cree que son su marca, llevados al extremo en El Pantano de las mariposas, que te lleva a replantearte todo lo leído.
Y hablando de finales no podíamos dejar pasar preguntar por ese epílogo que a quien ha leído la novela no ha dejado indiferente, y nos contó que en la versión inicial de la novela no existía, pero creyó que no debía dejar así la novela, con un final abierto, ya que en su cabeza no lo estaba, él tenía muy claro el final, aunque luego ese epílogo nos haya dejado "locos" a los lectores.

Una reunión que dio para mucho y que no podíamos acabar sin las firmas y fotos de rigor.
Agradecer desde aquí a Federico Axat, Alba Fité y Ediciones Destino que hayan hecho posible este encuentro y que hayan contado con nosotras para él. Siempre es una suerte poder asistir y tener un contacto más directo y poder contrastar pareceres con el autor y más en el caso de un libro como éste, en el que hay tanto de que hablar.
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