Revista Insólito

Encuentro con Tierra firme

Publicado el 22 mayo 2017 por Monpalentina @FFroi
Encuentro con Tierra firme
Los indios que poblaban las orillas del actual Grijalva obsequiaron a los expedicionarios con hachas de cobre y bronce, y aun hoy se desentierran piezas como aquellas en la región de Oaxaca. Pero el latón (aleación de cobre y cinz) no era material conocido. Los mercaderes de la antigua Tenochtitlan vendían, junto con objetos hechos, oro en granos metido en canutillos de pluma de ansarones. Se sabe que, por rescate, Cortés obtuvo también algunas piezas de estaño (platos, vasijas y monedas).
Pero donde conquistadores y cronistas rivalizan es en ponderar las riquezas, el oro de los templos, casas reales y particulares, riquezas acumuladas por tributos o botines de guerras entre tribus, y también las acumuladas por Cortés por obsequio o despojo. Son conocidas las noticias del tesoro de Topilzin "que hubieron de llevarlo 180 hombres", o de la estatua de Nezahualtoiotzin de "oro muy natural", o de las ruedas, como "las de carreta", con que Moctezuma obsequió a Cortés, una de oro fino (hechura de sol) y otra de plata (figura de luna); o los veinte ánades, tigres, leones y monos, y las largas varas de justicia, "todo de oro fino y de obra vaciadiza" (Bernal Díaz del Castillo). Si, como parece, eran tesoros heredados, formados por acumulación, se puede deducir que la riqueza de los yacimientos no debía ser excesiva, y menos los de plata que explotaron los aborígenes, ya que éstos no sabían beneficiar más que la plata nativa o de menas dóciles, fáciles de tratar.
De Thelmadatter - commons.wikimedia
Olla para cocinar hecha de cobre, encontrada en la cocina del monasterio de Zinacantepec, Estado de México.



Encuentro con Tierra firme



Felipe Calvo, humanista palentino. 

Ensayos y escritos en "Curiosón".


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