Revista Maternidad

Encuentro de fulares o quedada fularil

Por Latetaymas @LaTetayMas

Encuentro de fulares o quedada fularilÉsta soy yo. Como veis, llevo feliz a una nena de poco más de un año, amarrada a mi espalda, por el paseo marítimo de Almería. Comencé a llevarla en portabebés en el mismo momento de su nacimiento, en una bandolera que me compré cuando estaba embarazada de unos 6 meses, por recomendación de mi comadre Raquel, monitora de La Liga de la Leche, que llevaba así a las reuniones a su hijo pequeño, que mamaba sin parar mientras su madre llevaba las charlas.

Mi primer fular, de hecho, el que se ve en la foto, me lo compré, después de darle muchas vueltas, y hablar mucho con una amiga que conocí también en las reuniones de La Liga, Cristina López, que llevaba así a sus dos hijos, y que es socia de Red Canguro.

Yo no sabía muy bien la diferencia que había entre unos fulares y otros, y lo único que me preocupaba era cómo tenía que ser de largo, cómo me las iba yo a apañar con él y dónde podría comprarlo. El día que llegó por correo, fue como navidad en primavera, y me lo puse enseguida. Las que me conocéis sabéis que lo dejé de usar 4 años más tarde, y que ese fular me cambió radicalmente la vida.

El caso es que a ese primer fular, siguieron otros: primero un Ella Roo, luego un Nati Baby, después un Ellevill, un Didy, un Gypsy… Y a medida que iban entrando en mi armario, iba descubriendo las maravillas de usar unos y otros, y sobre todo, sus diferencias.

Precisamente para poder sentir las diferencias y conocer cosas nuevas de los distintos fulares, de marcas que van saliendo, o modelos nuevos que sacan marcas de renombre, las familias canguras de vez en cuando, convocan y participan en “quedadas” cuyo fin es el comadreo, por supuesto, pero con un punto en común: estos estupendos y versátiles portabebés.

Ya me estoy centrando.

Desde que además de usar fulares los vendo, hay una pregunta que se repite una y otra vez: ¿por qué hay fulares que cuestan 50 € y fulares que cuestan 150€?

Lógicamente, la composición es distinta. Generalmente, cuanto más fino es un fular, más elevado es su precio. Cuanto mejor es su tacto, más caro. Por supuesto, siempre con excepciones.

Pero es difícil que se entienda si la única referencia que tenemos es el tacto del fular recién salido de la caja. Porque los fulares mejoran con el uso. Y algunos, mucho.

Dándole vueltas a todas estas cosas (variedad de fulares, variedad de calidades y precios, quedadas para los que somos ya canguros, neófitos que preguntan y se preguntan) surge una idea: ¿y si hacemos una quedada fularil, para quienes aún no tienen fulares? Porque sí es verdad que de vez en cuando se organizan talleres de iniciación, y se enseña un par de nudos, y tal. Pero se suele contar sólo con los fulares que tenga quien organiza el taller, y no todos. Yo por ejemplo, cuando doy un taller, me llevo fulares largos, no cortos, y también me llevo otro tipo de portabebés, y hablamos mucho de las ventajas del porteo, y eso, pero faltan cosas.

¿Y si le pido a las familias de León y alrededores (y las de fuera que quieran/puedan pasar un ratito por aquí, claro) que usan habitualmente fulares que traigan los suyos?

¿Y si les digo a quienes no saben nada de fulares que no les voy a hablar de los beneficios del porteo, ni les voy a intentar vender un portabebés, ni le voy a dar un taller, sino que pueden sólo satisfacer su curiosidad?

Se trata de sobar fulares, ver las diferencias entre unos y otros, preguntar a familias que los usan la experiencia que tienen con cada uno de ellos, … Y todo durante una tarde, un sábado que seguro que hace frío, y dónde mejor que en La Teta para pasar el rato.

¿Qué me decís? ¿Compartís este evento? ¿Satisfacéis vuestra curiosidad? Os espero.


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