XXV
Años atrás me había comprado novela. Todavía recuerda a grandes rasgos el argumento. Lo espero que termine de atender a la gente. Me da entonces la alegría del viaje.
Esta vez, a Suecia. Toba y los colores, y El mago Pascualito. La hermana vive allí, me cuenta el flaco de la casa de repuestos de automóviles, enseña español como medio de vida, y se ocupa de que sus hijos y su marido también lo aprendan.
Suecia, qué lejos. No sé si algún día podré conocer. Al menos los libros plantarán bandera, sonrío mientras lo pienso.
Revista Cultura y Ocio
Cosas que pasan en la calle, en relación a los libros.