Leo con detalle la encuesta hecha pública ayer por el Centro de Investigación Sociológica (CIS) y me cuesta dar crédito a los datos que revela. Soy consciente de que todos los estudios de estas características pasan por un proceso previo de cocina antes de ser remitidos a los medios de comunicación, e imagino que éste no será una excepción. No me sorprende que el PSOE se aproxime al Partido Popular, al fin y al cabo ambas formaciones defienden los mismos postulados económicos, y es lógico pensar que la corrupción afecte, en alguna medida, a las expectativas de voto de Mariano Rajoy.
Sin embargo, no entiendo en absoluto que Izquierda Unida reúna sólo el 5,8 por ciento de apoyo social, tres décimas menos que en el sondeo realizado en el mes de enero. Merecemos un resultado mucho mejor porque somos, al día de hoy, la única formación política que da la cara por las personas y sus derechos laborales y sociales. Izquierda Unida y sus dirigentes están haciendo un gran trabajo de oposición y movilización, más necesario que nunca en un contexto de crisis como el actual, en el que PSOE y PP se han alineado con el capitalismo, el mercado, la banca y la patronal.
No sé que grado de fiabilidad tendrá la última encuesta elaborado por el CIS, pero mi percepción me dice que estamos por encima del 5,8 por ciento. Hay un movimiento de fondo, una corriente de opinión subterránea, que reivindica un cambio de modelo económico y desconfía tanto del PSOE como del PP. Cada vez escucho más voces que miran con interés a Izquierda Unida porque saben que si alguien va a dar la cara por el empleo estable y con derechos, por la defensa de las prestaciones sociales y por una política fiscal más justa y progresiva, ésta es la formación que hoy representa Cayo Lara.
Por tanto, nos toca seguir hacia adelante, luchando día a día, porque tenemos el viento de cara, diga lo que diga el CIS, más interesado en apuntalar el bipartidismo que en reconocer la pluralidad de nuestra sociedad. Sé que en momentos de crisis como éstos son muchas las personas que buscan respuestas tan fáciles como falsas en la derecha, e incluso en la extrema derecha, pero también sé que son muchas las personas que miran a su izquierda, buscando referentes de progreso, que transmitan valores y principios de solidaridad e igualdad.
No me gusta dar consejos a nadie, pero esta vez haré una excepción y pediré al 80 por ciento de la ciudadanía, que reconoce que el paro es su principal preocupación, que piense y decida quiénes son los responsables de este hecho y, llegado el momento, actúe y vote en consecuencia. Izquierda Unida se está ganando a pulso un buen resultado electoral, aunque el leit motiv de su coherencia e integridad no sean los comicios, sino el bienestar de las personas y el futuro de los derechos sociales y laborales conquistados, y ahora amenazados. Vamos a dar la vuelta al CIS con ánimo, ilusión y decisión.