Todo lo que tiene nombre, es. Un viaje hacia el pasado, hacia una época oscura en la que hombres y mujeres creían en gigantes y dragones. Una época dura y real durante la cual las tribus que la poblaban se hubieron de enfrentar a invasores llegados de otras tierras.
Entre sus personajes sobresale la joven Endara, quien emprende un largo trayecto desde un valle perdido hasta la Montaña Sagrada, morada de la Diosa Madre Amari. Mientras, Ihabar lucha por ser reconocido como un gran guerrero, el escéptico Garr intenta olvidar la destruccion de su ciudad y la muerte de sus habitantes, el gentil Ozen espera el momento para vengar a sus padres y el dux Baladaste hace planes para adueñarse de Tierra de Enda.
Estos y otros configuran un mosaico sorprendente de personajes, tan creíbles ayer como hoy.
Gracias a Laky he podido leer a Toti Martínez de Lezea; una autora que lleva varios libros en su haber, pero que yo no había tenido el gusto de leer. Hoy me toca el turno de reseñar Enda.
Enda es un libro de aventuras ambientado en el País Vasco en una época que no se determina bien. En el libro encontraremos personas “reales”, en el sentido de que son personas humanas, como personajes mitológicos. Una mezcla de novela fantástica, con toques épicos y ciertos toques históricos.
Buscando, y leyendo reseñas he sabido que la palabra Enda significa Linaje en vasco; después de conocer este detalle tiene mucho más sentido la novela ya que es una novela coral donde varios personajes cobran relevancia para contarnos la historia de sus pueblos.Cómo digo tiene varios personajes, y uno de los principales es Endara (puede que el nombre tenga también relevancia ¿no?): una niña huérfana que se verá envuelta en medio de la lucha de otra tribu por ocupar las tierras de Enda. Ella tiene la suerte de no ser aniquilada y huye a los bosques, donde descubrirá que quizás no sea una niña normal y corriente, y que tiene una misión que cumplir.
Otro de los personajes de la novela es Ihabar, un chico aventurero, osado y obstinado. Ihabar es hijo de otro de nuestros protagonistas Atta, el jefe de la tribu bigorra. Tras enterarse de lo que está aconteciendo cerca de su pueblo decide dialogar con el general que está llevando a cabo la destrucción de los pueblos para apoderarse después de esas tierras, el dux Baladaste.
Por último, tenemos a Garr un hombre también huérfano que anda perdido en un mundo caótico. Es un guerrero sin igual, pero ha perdido su pueblo, su casa, su familia, no le queda nada. Decide vagar por la tierra hasta averiguar las razones de la muerte de su padre. De esta forma, cada uno de estos personajes se va interconectando y relacionándose entre sí.
Además, de los personajes “reales” tenemos a varios personajes mitológicos. El más importante es Ozen, un gentil, o sea un gigante, que resguardado solo en su guarida y ahogado en el rencor busca venganza hacia el ser que hizo que perdiera a su familia. Pero además de éste, encontraremos a Amari la Diosa de Enda, El Lobo, Inguma el señor de la Oscuridad o a Inko el dragón.
Esta maraña de personajes conforma una historia singular, entretenida y enigmática. Veremos la lucha de poder, las distintas rencillas y sus respectivas venganzas, la fidelidad y deslealtad entre sus gentes, o la lucha por la libertad. Quizás esto os recuerde a Canción de hielo y fuego… para los que no lo conozcan hablo de la saga Juego de tronos. Sí, es muy pareja: aquí hay una lucha por la tierra no por un trono, ya que en esa época no había Rey, sino jefes de las distintas tribus; hay distintas tribus con sus familias y guerreros que se unirán para evitar la masacre y la devastación de sus pueblos.
La lectura es muy ágil. A pesar de tener casi 500 páginas pasas de hojas sin darte apenas cuenta; la pluma de la autora es sencilla y natural, usando algo más la descripción que el diálogo. Pero como os digo no se hace en ningún momento pesada ya que va formando la trama de forma lineal, primero presentando a sus personajes, enrolándonos desde el principio en la historia y después en la “guerra” en sí misma. Los capítulos nos llevarán por los distintos pueblos, así es cómo la autora ha decidido el modo de saltar por los distintos personajes.
Reconozco que he disfrutado mucho de la novela, no soy una fan de este tipo de novelas, pero como fan de Juego de tronos tengo que decir que no tiene menos relevancia esta novela que la otra saga. Tiene unos personajes muy bien perfilados con unas personalidades muy marcadas a pesar de ser una sola novela, y una acción y un ritmo muy rápido. Disfrutas de todos los personajes, te emocionas, lloras, ríes: una bola de emociones gracias a todos esos personajes con esa ambientación tan lúgubre y especial.
En resumen, Enda es una novela fantástica y de aventuras. Con muchos personajes, de las distintas tierras y pueblos de Enda, iremos conociendo sus costumbres, su forma de vida y su modo de actuación ante la barbarie. Una novela con cierto paralelismo a Juego de Tronos en la que de forma perfecta nos lleva a disfrutar de seres reales y mitológicos vascos. Un deleite para los fans de libros de fantasía épica.
Gracias a la editorial Erein y a Laky por el envío del libro