Revista Opinión

Enemistarnos con un guardiacivil puede traernos problemas

Publicado el 13 junio 2016 por Elblogderamon @ramoncerda

Enemistarnos con un guardiacivil puede traernos problemas, aunque esa enemistad haya surgido de la simple vecindad. Y no, no es con ánimo de generalizar, que ya sé que siempre lo digo, pero lo cierto es que empiezan a ser habituales este tipo de noticias en las que algún guardiacivil (u otro tipo de agente) es condenado por inventarse multas o por falsear alguna información. ¿Tendríamos que empezar a preocuparnos? Pues pienso que sí, ayer mismo hablaba de un caso en el que un policía nacional cazado por un radar de la municipal en Madrid, había identificado falsamente a una persona como conductora de su vehículo. Hoy de lo que se trata es de un agente que se ha estado inventando multas, todas ellas dirigidas contra la misma persona.

Enemistarnos con un guardiacivil: problema seguro

#Enemistarnos con un guardiacivil

Enemistarnos con un guardiacivil nos puede traer consecuencias.

¿Quién era la víctima en este caso?, ni más ni menos que el administrador de su comunidad de vecinos, con quien por lo visto no se llevaba demasiado bien después de algunas juntas moviditas. El agente averiguó los datos de los vehículos del administrador (cosa bastante sencilla, y más para un guardiacivil), con el fin de atribuirle multas por conducción temeraria.

Una vez más ha habido suerte y se ha podido demostrar, pero siempre nos queda la pregunta en el aire: ¿Cuántos hacen cosas parecidas y no los pillan?

La Audiencia provincial de Córdoba (no sé si tiene opción de recurrir o ya es firme) lo condena a una sanción de 4.500 euros, la imposibilidad de ejercer cargo público alguno durante cuatro años y a cuatro años y seis meses de prisión.

De entrada, al menos la sanción me parece escasa teniendo en cuenta que el total de cuatro multas falsas ascendían a 7.050 euros. También me parece escasa la inhabilitación de cuatro años porque una persona que goza de los parabienes de ser «autoridad», no debería de tener la ocasión de volver a llevar galones de ningún tipo.

Ramón Cerdá


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