¿No es genial? ya es víspera de viernes y para celebrarlo y daros un último empujuncito y terminar la semana os traigo una receta de esas que aportan energía y súper fácil además.
A veces suelo decir que en casa tengo dos niños y uno de ellos ya con 41 añazos, jaja, ¿crecidito eh? Seguro que no soy la única porque a veces estos chicos nuestros se portan como niños grandes y encima son más difíciles de manejar que todo.A José siempre le sale la pelusilla con las recetas, que si magdalenas y bizcochos para Naia, que si un motón de recetas raras -para el raro es todo lo que se sale de unas vainas, un puré o unas legumbres...- y ya no digamos si hablamos de los helados, él los quiere de limón y, vale, es una de mis cosas pendiente. En cuanto haga un huequito en el congelador que con el tema huerta está que no me entra ni lo que sobra de la barra de pan para congelar, pues eso que cuando haga espacio para la cubeta de la heladera, palabrita, helado de limón.El caso es que es bastante consumidor de estas típicas barritas energéticas, tortitas de maíz...no por temas de peso, sino que lo usa para picar entre horas. En este sentido vamos mejorando porque cuando le conocí en su cajón de la ofi nunca faltaban la barritas esas de Mars.Lo mejor de todo es que podemos meter esta receta dentro de las recetas fáciles porque no puede ser más sencilla de hacer y además apta para celiacos.
INGREDIENTES:
150 gr de leche condensada
150 gr de miel
2 cucharadas de agua
2 cucharadas de aceite
1 cucharada de extracto de vainilla
Sal
200 gr de copos de avena
150 gr de almendras
150 gr de avellanas
75 gr de arándanos secos
3 cucharadas de semillas de lino
Chocolate blanco
Por un lado ponemos los ingredientes líquidos y la sal al fuego hasta que se deshagan, sin necesidad de que llegue a hervir.
Nos ayudamos de la picadora para desmenuzar los frutos secos y los arándanos y después mezclamos con los copos.
Ahora toca mezclarlo todo bien y que la parte líquida se integre con la sólida.
Precalentamos el horno a 130º. Extendemos la mezcla sobre papel de horno. Mi consejo es que uses una rustidera, pones la masa, repartes bien y aplanas la superficie. Horneamos durante 40 minutos.
Sacamos del horno y espolvoreamos ralladura de chocolate blanco -esto es opcional- dejamos que enfríe bien y luego cortamos los rectángulos típicos de este tipo de barritas. Deja que como mínimo tengan un grosor de 1 cm.
Si eres celiaco seguramente esto lo sepas mejor que yo, pero ten en cuenta que la leche condensada y el chocolate sean sin gluten.
IMÁGENES TCV