Juicy Salif, fue diseñado en 1990 por Philippe Stark. Veinticinco años sin exprimir un limón, pues más que un exprimidor de frutas es un objeto de decoración y como lo dijo el propio Starck ,“este exprimidor no está pensado para exprimir limones, si no para iniciar conversaciones”.
Joya de coleccionistas e icono del diseño industrial, y no, no está inspirado en una araña. El primer boceto del exprimidor que realizó Starck fue en una servilleta de papel del restaurante donde estaba comiendo un plato de calamares. Nunca sabes donde te va a llegar la inspiración ¿no?
Comercializado por la compañía italiana Alessi, está fabricado en aluminio pulido, mide 14cm de diámetro y 29cm de altura; y se ha expuesto en numerosos museos, entre ellos el MoMa de Nueva York. El Juicy Salif fue uno de los primeros trabajos de Starck para esta firma junto con el reloj de pared Walter Wayle II, la pava Hot Bertaa y el colador Max Le Chinois
Como curiosidad, os cuento que en su décimo aniversario, se lanzó una serie de 10.000 exprimidores bañados en oro, que fueron numerados individualmente. Esta versión es totalmente ornamental, ya que el ácido cítrico del limón decolora y erosiona el baño de oro.
También puedes encontrar una versión en blanco y negro. Ambos acabados son productos para coleccionistas, especialmente la versión en blanco y negro ya que es la más difícil de encontrar.
Para muchos es una escultura, más que un objeto de uso cotidiano, de gran carga estética, poco práctico y que no cumple adecuadamente su función. Otros no piensan si funciona o no, y piensan que sólo Starck puede transformar un objeto cotidiano en una escultura que se exhibirá como una obra de arte en la cocina (ó por qué no, en otras habitaciones de la casa).
¿Y tú de cual eres?
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¿Quieres ver otros diseños de Stark? Te dejo dos más: Silla Masters y el Hotel Mamma Shelter
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