Revista Diario

Enésima revisión en neurocirugía

Por Belen
Hoy hemos vuelto a acudir al hospital. No porque el nene haya empeorado sino porque teníamos una visita programada con su neurocirujano. La última vez que acudimos a urgencias le reprogramó su válvula de derivación y acordamos que quince días después volveríamos a consulta para ver la evolución. 
En estas dos semanas se ha reducido el dolor holocraneal (en lo alto de la cabecita) y la mayoría de los días tiene 0 de dolor (como él dice). El dolor de la frente se ha mantenido más o menos igual, en 2. Ya sabéis que mi niño se ha inventado una escala de 0 a 5. De este modo podemos cuantificar el dolor, ya que antes era muy complicado. Seguro que todos podéis entenderme, cuando nuestro hijo nos dice que le duele algo,...., ¿cómo saber el grado de intensidad?, el dolor es muy subjetivo. Os sugiero que pongáis esto en práctica con vuestros peques, inventad la escala, incluso pintadla en la pizarra o en un papel acompañada de caritas alegres y tristonas si son muy chiquitines. Esto os ayudará a saber la medida de dolor que tiene vuestro hijo. 
En nuestro caso al médico le ayuda mucho, además el Peque es muy concienzudo en ese tema, tan perfeccionista él :) Estos días de catarro y laringitis han sido un espejismo pues además de fiebre, tos de perro y mocos por doquier, ha tenido una jaqueca tremenda. Pero ya estaba avisada, en el cole varios niños han padecido el mismo proceso catarral con jaqueca. Hoy, que el catarro parece ceder un poquito, hemos vuelto a sus molestias habituales, un dolor en la frente en grado 2. 
El médico al ver cómo está, que el cuadro no evoluciona a peor, es decir, no aparecen otros síntomas característicos: vómitos, somnolencia, visión doble o borrosa, irritabilidad, .... quiere esperar. Puesto que solo hay dolor, el cuadro no parece concordar con una hiperfunción valvular, como creían en un principio.
No le han tocado la válvula, ni le han hecho nada. Como el dolor ha cedido un poquito tenemos que seguir así. Ha sido muy sincero conmigo, no sabe por qué le duele. Todo esto ha sido provocado (posiblemente) por el crecimiento, el cerebro cambia, sus necesidades también. En un niño "normal" el cuerpo va regulando todo progresivamente, pero cuando tienes un sistema mecánico estático las cosas son más complicadas, requerir un tiempo de adaptación o necesitar de otro mecanismo más acorde a las nuevas necesidades que se van originando. 
La pregunta más temida, "¿puede ser hipertensión craneal?". No cree que esa sea la causa, pues no hay ninguna otra sintomatología. Solo podemos (y debemos) esperar para poder ir viendo cómo el niño se va encontrando. Debemos vigilar especialmente si el niño ve mal, borroso, doble... o simplemente notamos pérdida de agudeza visual. La hipertensión craneal se acompaña de afectación del nervio óptico, y ahí sí que hay que actuar con prontitud. El niño ve perfectamente, ya sabíamos esto y yo siempre ando muy pendiente. Mediante juegos y pequeños trucos voy comprobando que no hay ningún problema. Ahora que ya ha empezado a leer es más sencillo todavía, pues le pongo a prueba cuando vamos por la calle. A veces no me hace falta ponerle retos ya que lo quiere leer todo. 
Os confieso que he salido muy aliviada de la consulta, porque su cumpleaños está a la vuelta de la esquina y por nada del mundo quiero que se lo pierda. Está contando los días que quedan para su celebración, está emocionadísimo y quiero que lo celebre y lo disfrute a tope. Vamos a ver si lo conseguimos. 
Así que estas son las noticias que os traigo, por el momento nos quedamos igual, un pequeño rayito de esperanza, aunque muy chiquitín, asoma.


Volver a la Portada de Logo Paperblog