Creo os he contado alguna vez que terremoto pequeña, además de su carita de santa y su ternura infinita, tiene un carácter bien fuerte. Con ella fue con quien descubrí las rabietas en todo su esplendor. Pero también con ella descubrí el perdón más grande. Ella ha ido creciendo y cada día pelea con su frustración y el manejo de sus emociones. Ella es explosiva y de defender sus posturas y no tolerar que nadie le lleve la contraria y, de un tiempo a esta parte, tiende a pegar a su hermana cuando se enfada con ella (ya ya os conté que se pelean mucho)
Yo he intentado ir canalizando con ella esa rabia para que no termine pegando. La verdad es que hemos conseguido derivarla a gritos con los que libera parte de la rabia y no llega a las manos, pero hay veces que pierde el control y, por ejemplo, tira muy fuerte del pelo de su hermana, o la pellizca. Por eso cuando vi el reto #enfadarsesinpegar que Edukame tiene disponible en su web me interesó mucho hacerlo para aprender como ayudar a la pequeña.
¿Qué he aprendido con este reto? Sobretodo, a prestar más atención, a recordar siempre que ella lo último que necesita es que yo me enfade si ella se enfada, y también he aprendido cómo ayudarla a manejar esa rabia. Os cuento un poco:
Empezamos apuntando una frase en el color que para mi, representa el amor hacia pequeña terremoto: el rojo
“Mama, papá cuando me enfado necesito de tu guía amorosa y seguridad para que sepa cómo hacer frente a mi tempestad interna”.
Las primeras indicaciones del reto fueron para descubrir qué había detrás de los estallidos de rabia de la pequeña y, aunque yo tenía alguna pista, fui apuntando:
- Causas del enfado: De la observación concluí que su enfado es casi siempre por dos motivos: cuando toca apagar la tele y ella considera que la ha visto poco, y cuando se enfada con su hermana: ya sea porque ha interrumpido uno de sus juegos, o porque la ha retado a algo a lo que siempre pierde. La verdad es que hace un año se enfadaba por muchas más razones: vestirse para ir al colegio, ir a la ducha, recoger juguetes, y cualquier cosa. Pero hemos aprendido a escuchar, a negociar, y las explosiones de rabia se han reducido muchísimo.
- Expresión del enfado: En el caso de la tele, siempre se tira al suelo a llorar. En el caso de su hermana, lo más habitual es que la pellizque o le tire del pelo.
- Emoción causante: En ambos casos es la frustración la que manda. Y la frustración le produce rabia, impotencia, y mucho enfado.
Me encantó que me recordaran que los niños pequeños no son capaces de expresar con palabras lo que sienten, sino que:
La manera que un niño o niña tiene de expresar sus emociones es a través de su cuerpo y de su comportamiento. Lo expresan con el movimiento lento o enérgico de sus pies, brazos, manos, puños, los gestos de su cara, su mandíbula o su garganta; emitiendo sonidos, sin pronunciar apenas palabras, con gritos, carcajadas, gorgoritos en los bebés; desplazándose de arriba abajo, saltando o pataleando.
Es algo que sabemos pero que puede que se nos olvide. Cuando un niño tiene una rabieta siempre se escucha a alguien con eso de “es mañoso, te manipula y bla bla bla” Como si los adultos expresáramos fácilmente lo que sentimos con palabras…de hecho, nuestra siguiente tarea era identificar lo que sentimos nosotros cuando nuestros hijos estallan de furia o hacen una rabieta.
Tremendo ejercicio!
Si nos provoca frustración a nosotros ¿será porqué estamos juzgando nuestro papel de madre/padre por no poder evitar esos estallidos de rabia de los niños? Estoy de acuerdo. Cuando la veo así, aunque no me enfado con ella, si me viene a la cabeza pensar que no soy capaz de ayudarla a manejarlo. Con este reto he aprovechado a mirar atrás y ver que sí hemos avanzado! Que en esas situaciones tengo que respirar hondo y pensar en todo lo que hemos mejorado, en vez de autocriticarme. De esa vocecita que nos juzga continuamente tambien os hablaba cuando conté de mi curso de Mindfulness para padres.
Una vez analizados los sentimientos, vamos con las reacciones: ¿Cómo reaccionamos cuando se enfadan y pegan? Yo empecé con el “no se pega” pero hace un tiempo intentaba profundizar más “ya sé que tu hermana te ha desordenado tus muñecos pero explícale que te ha hecho enfadar sin pegarle” y eso es los que nos recomiendan desde el reto.
Si sabes qué es lo que le ha molestado puedes decirlo, por ejemplo “tu hermano te ha quitado el juguete y eso te ha hecho enfadar”. Nombrar lo que creemos que le ha hecho enfadar puede hacer que se sientan comprendidos y validados en su enfado, pero sin olvidar recordarle que pegar no está bien y no está permitido. Podemos enseñarle a expresar con palabras su enfado, a gritar que está enfadado, que lo que ha pasado le ha molestado. Pero siempre remarcando que pegar, pellizcar, empujar, no es la manera de expresarlo.
A mi esto me ha funcionado 100%. Llevo meses diciéndole a la pequeña terremoto que cuando se enfade nos lo diga, o nos lo grite si necesita gritarlo, pero no pegue ni se lo quede dentro. En muchas de las ocasiones que antes causaban pataleta, como que su padre la vista por la mañana, ella expresa lo que piensa, o cuando le apagamos la tele a medio capítulo y pone sus brazos en jarras y dice “aun no se ha terminado!”. En los enfados con su hermana, a veces le grita que eso no se hace, pero a veces no lo controla y le pega. Vamos mejorando. Paso a paso.
A ambas les explico incansablemente que explicar lo que uno siente hace saber al otro qué ha hecho mal o cómo nos ha hecho sentir. Desde que la pequeña terremoto practica esto, la mayor rectifica mucho más con sus acciones, se disculpa y la abraza. Y la mayor ha aprendido por el camino, antes salía llorando cuando su hermana le hacía algo, ahora le explica que le ha dolido el pellizco. Y entonces la que llora es la pequeña, que entiende que le ha hecho daño.
El reto también nos entrega algunos trucos, juegos y recursos para manejar la rabia. Os resumo algunos:
- Dedicar un rato al día para darnos cariño, y que sea con actividades con las manos: cosquillas, dibujos en la espalda, y así usan las manos para cosas buenas.
- Elegir un lema de actuación. En este caso “en esta familia no nos pegamos porque nos queremos mucho” Esta ya la hacía y la verdad, a ella le gusta oirlo y ahi se para a pensar que quiere mucho a su hermana, y la abraza.
- Leer el cuento de “la rabieta de julieta”: A mi ese libro me gusta. Simple, gráfico y muy claro. La pequeña no le hace mucho caso, pero a la mayor le encanta, y era el que usaba como referencia cuando se enfadaba. Ahora menciona a Ira, el personaje de Intensamente (Inside Out) y después del enfado dice “es que ira había tomado los mandos en mi cabeza”
- Golpear la pelota mientas decimos qué cosas nos hacen enfadar: este ejercicio es muy bueno para expresar las cosas que nos molestan, y no solo para los niños
- Reforzarle y valorar las situaciones que maneja sin pegar.
- Intentar anticiparse al enfado: cuando vemos que una situación le esta poniendo nervioso. Por ejemplo, yo cuando veo que van a hacer una carrera (donde ya sé quien va a perder) suelo intervenir para cambiar el juego y evitar la pelea.
- Ejercicios de respiración o relajación: por ejemplo, ponerse una pelota en la barriga y ver como se levanta cuando respiramos. En el curso de Mindfulness nos dieron varios ejemplos de estos ejercicios.
- Nuestro ejemplo: si nosotros resolvemos los conflictos de forma respetuosa, ellos nos imitarán.
- Enseñarle a liberar la rabia por los pies: saltando, pataleando, etc.. Como los niños son impulsivos en su expresión de las emociones, con estos juegos están encontrando una forma de liberar esa rabia sin pegar.
Archivado en: Familia, Maternidad y Crianza, Pequeñas terremoto