Su "vita" está repleta de fábulas y adiciones que hacen casi irreconocible al personaje real que hay detrás: un noble borgoñón amigo de Pipino "el Breve", quien se hacía acompañar de él en sus campañas para aconsejarse de su sabiduría y aprovecharse de sus ejemplos virtuosos.
Una de las leyendas estrafalarias que se cuentan dice que, no teniendo agua corriente en Varennes, Gengulf (Gangolf, Gandulf) compró el derecho a las aguas de un manantial en Bassigny. Al llegar a su castillo en Varennes, golpeó con su bastón contra el suelo e inmediatamente una fuente brotó allí, secándose el de Bassigny. Sobre esta fuente, que ciertamente pudo haber mandado el santo a construir, en el siglo XIII se construyó una capilla que sería expropiada y anexada a un palacete, cuyos dueños drenaron la fuente, que era tenida por sanadora.
Gengulf era casado con una mala mujer, que le era infiel con un presbítero cada vez que el santo estaba de viaje. A tan escandalosa llegó la situación, que Gengulf se enteró y cuestionó a su mujer. Esta lo negó todo, pero Gengulf no le creyó y la sometió a una versión de la prueba del fuego: si decías la verdad y tocabas brasas no te quemabas, pero si mentías sí. En este caso, para hacerla aún más difícil, Gengulf llevó a su mujer junto a la mencionada fuente y le dijo: "Si eres inocente no te hará daño, pero si eres culpable, Dios te juzgará". Esta metió la mano y la sacó escaldada, aullando de dolor como si de agua hirviendo se tratara.
Entonces Gengulf se separó de ella, pero no le aplicó las severas leyes establecidas para los adúlteros, sino que más bien esperaba recuperarla, buscando su arrepentimiento. Le dio una de sus haciendas y le asignó rentas, en espera de que ella hiciera penitencia y volviera a amarle y respetarle. Por su parte, él se dedicó a las obras de caridad, la oración y la vida mística. Pero su mujer no cambiaba, sino que, al contrario, previendo que la caridad de Gengulf la dejara sin capital, junto con su amante planeó la muerte del piadoso esposo, con vistas a casarse posteriormente.
Una noche el amante se las ingenió para entrar en el castillo de Avallón, donde estaba el santo durmiendo, tomó una espada y le atacó. Sin embargo, Gengulf despertó y se defendió con el brazo, de modo que la espada se desvió y lo hirió en el muslo. El asesino tiró el arma y escapó antes de que Gengulf pudiera dar la alarma, pero este no les denunció. La herida causada fue muy grave y el santo se desangró casi en el acto, y nada pudieron hacer los médicos. Gengulf murió el 11 de mayo de 760.
La leyenda cuenta que al asesino y la esposa de Gengulf le sobrevinieron terribles castigos del cielo, como perder las posesiones y numerosas enfermedades. A ella, por ejemplo, le tocó padecer que cada vez que hablaba, expelía ventosidades. Y el presbítero murió podrido de una enfermedad maligna que le corrompió el cuerpo, cayéndosele los miembros, el primero de ellos, el miembro viril.
Busto relicario.
El cuerpo del santo fue reclamado por las tías del santo, las monjas Wiltrudis y Wilgisa, quienes lo sepultaron piadosamente en la capilla del castillo, rindiéndole culto enseguida. En 915 se escribió la primera “vita”, que tuvo gran repercusión, haciendo que la célebre poetisa, la Beata Roswytha (5 de septiembre) redactara otra "vita" en verso. En Harsefeld se fundó en 969 una iglesia dedicada al santo, administrada por Canónigos Regulares, sustituidos en 1104 por monjes benedictinos que continuaron el culto al santo. En 1648, tras la Guerra de los Treinta Años, los monjes fueron expulsados y el edificio destruido. En el siglo XIII las reliquias se trasladaron a Langres, donde fueron profanadas por los revolucionarios en la Revolución Francesa. Algunas pocas se salvaron, que aún se veneran. Otras se veneran en Bamberg.Es patrono del arte de la cetrería, que se dice practicaba. Por ello su atributo característico es un halcón.
Fuentes:
A 11 de mayo además se celebra a
Santa Eustelle,
virgen y mártir.
Todos los Santos
Abades de Cluny.
San Mamerto de Vienne,
obispo.