Engullidos por su no

Ayer se volvían a ver las caras Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, el primero acudía con una serie de propuestas que se unen a las ya presentadas hace semanas a los socialistas (y también a Ciudadanos), sin embargo el líder del PSOE solo iba con un NO, su NO. Un NO rotundo a facilitar el gobierno del Partido Popular, un NO rotundo a que España pueda formar ejecutivo que afronte las “imposiciones” de la Unión Europea y que se ponga a trabajar en unos presupuestos generales del Estado para 2017, un NO rotundo a evitar unas nuevas elecciones, un NO a tantos socialistas que están pidiendo que se facilite el gobierno de los populares.
Y ahora no se puede decir que Mariano Rajoy no ha movido ficha, pues le ha propuesto negociar sobre los ocho puntos que acordó el Comité Federal del PSOE el pasado 28 de diciembre para “transformar España y asegurar un futuro mejor a la inmensa mayoría de los ciudadanos”, según informaba el diario El Mundo. Los ocho puntos en los que el líder del PP ha planteado para llegar a un acuerdo son: un gran pacto por la recuperación justa, la generación empleo estable, un sistema fiscal justo y la transición energética; un pacto por la educación; otro por la regeneración democrática; un acuerdo nacional contra la pobreza y en defensa del estado del bienestar; un pacto social, político e institucional contra la violencia de género; la reconstrucción del Pacto de Toledo; la apertura de una ponencia para renovar la Constitución y, por último, un acuerdo para renovar el compromiso de España con la integración europea. En todos estos puntos (que fueron propuestos por los socialistas) le ha propuesto negociar a Sánchez, y este ha contestado NO. El PSOE en boca de su secretario general ha dejado claro que no quiere negociar con el PP, por lo que se abre una puerta a las terceras elecciones. Algo que interesa al propio Sánchez, pues es su única fórmula para continuar un tiempo más con su despacho de la calle Ferraz. Y si el PSOE le sigue en esta decisión se equivoca, porque está dando la imagen de un partido que no mira por los intereses de los españoles. El PSOE, como hemos dicho en otras ocasiones, debería facilitar la investidura de Rajoy y negociar con los populares desde la oposición. Y hacer una oposición exigente, pero apoyando al PP en asuntos de Estado. Solo así evitarían el temido ‘sorpasso’, porque la gente volvería a ver un referente serio en los socialistas, algo que a día de hoy no son. Pero si siguen así acabaran engullidos por su NO.