Los que nos dedicamos al mundo de la literatura infantil por vocación tenemos algunos lugares de culto, físicos y virtuales, a los que siempre recurrimos en busca de inspiración, consejo, ayuda, tranquilidad… La lectura sirve para tantas cosas que recurrimos a ella por infinidad de razones.
Alguien que me ha ayudado a descubrirlas y curiosear en todas estas razones es Ana Garralón, más conocida como Ana Tarambana gracias a un blog que se ha convertido en punto de referencia para todos los interesados en LIJ. Su papel en el universo online es fundamental para todos los que buscamos criterios de calidad y libros aptos para curiosos. Sus recomendaciones son un referente y se ha convertido en tal nexo de unión entre libros y profesionales que también dirige desde hace un tiempo su propia escuela online. Ana Garralón es la “recomendadora” por excelencia de todos aquellos que buscamos lecturas antiguas y nuevas, fáciles y no tan fáciles, controvertidas y sencillas, informativas y no tan informativas. Pero ¿dónde encontrarlas?
Yo soy de Salamanca y desde que nació Letras Corsarias, un buque insignia de los libros en el centro de la ciudad, encontré mi lugar- brújula. Allí puedo navegar entre la poesía de Ajo y la fotografía de Chema Madoz, descubrir un tesoro de Sophie Van der Linden llamado Album(es) que pensé que no iba a llegar tan lejos y comprar un libro que no es un libro de Jean Jullien. Pero además la librería fue el escenario de uno de los talleres más bonitos que he realizado junto a Soraya como Unpuntocurioso: ÁRBOLES, una propuesta de mi padre, que es el que me enseñó todo lo que sé de los árboles, llevada a cabo gracias a la naturaleza, que es la que nos prestó las hojas y las formas; y complementada a la perfección con todos los libros que nos prestaron los corsarios: Mi árbol de los secretos de Oliver Ka y Martine Perrin, Inventario ilustrado de los árboles de Virginie Aladjidi, o Árboles de Mario Benedetti. Decía Miguel de Unamuno que “hubo árboles antes que hubiera libros, y acaso cuando acaben los libros continúen los árboles. Y tal vez llegue la humanidad a un grado de cultura tal que no necesite ya de libros, pero siempre necesitará de árboles, y entonces abonará los árboles con libros.”
Ana Garralón desde el espacio virtual y Letras Corsarias desde el espacio físico son, para mi, el tándem ideal de la literatura para niños. Y por eso, cuando hace unos días les otorgaron el Premio Nacional al Fomento de Lectura 2016 no me extrañó en absoluto. A ella por la labor constante y necesaria que realiza desde la red. A ellas, las Letras, por su “Conspiración de la Pólvora”, una alianza entre tres librerías de Segovia, Plasencia y, por supuesto, Salamanca, en la que demuestran que la cultura literaria se escapa también de las grandes capitales y coloniza con su magia otros espacios que merece la pena conocer y premiar. Así que, ENHORABUENA Ana, Rafa, Mercedes, y otro ENHORABUENA muy grande a todos los lectores, cada vez mas, que hacen posible que estos espacios crezcan y crezcan hasta quién sabe… dónde llegarán