Revista Opinión
Los resultados electorales del 2011, sean cuales fueran, poco efecto causarán en la sólida figura de Enrique Peña Nieto. Su alta aceptación ciudadana lo vuelven invulnerable a las veleidades y pleito políticos que se viven al interior del país.
En el estado de Guerrero, la moneda está en el aire, lo que parecía una contienda que aseguraría el regreso del PRI a Casa Guerrero, se convirtió en un pesadilla para el tricolor al renunciar El senador Ángel Aguirre y postularse por la gran alianza PRD, Convergencia y PT; nada asegura ya una victoria del Partido Revolucionario Institucional, así como tampoco un triunfo fácil del aguirrismo.