Las ensaladas son imprescindibles para mí tanto en verano como en invierno.
Normalmente en verano apetecen más por el calor y el buen tiempo pero es importante comer ensalada cruda también en invierno. Los alimentos crudos nos aportan más antioxidantes que cuando los cocinamos, aprovechamos mejor todos sus nutrientes y además ayudan a digerir mejor otro alimentos. También ayudan a depurar el cuerpo (como que nos limpian por dentro) y aportan más energía.
Podemos aprovechar las frutas y verduras típicas del invierno como la granada o la naranja para enriquecer nuestra ensalada o mantener una ensalada más simple como la de este post.
La ensalada de hoy es perfecta para acompañar la comida. Lleva espinacas que son ricas en hierro, aguacate para las grasas saludables y pipas de calabaza para aportar un poco de proteína. El hierro se absorbe mejor con vitamina C así que la he aliñado con zumo de limón para maximizar sus beneficios.
Lo bueno de esta ensalada es que se puede comer durante todo el año y podemos añadir o quitar ingredientes en función de la fruta y verdura que esté de temporada. De esta manera nos aseguramos de comer un poco de verdura cruda en cada comida.
Ingredientes:
Instrucciones:
Lavamos y cortamos las espinacas y el tomate.
En un bol mezclamos las espinacas, el tomate, el trozo de aguacate cortado a trozos y las pipas de calabaza.
Aliñamos con el zumo de medio limón y listo.
Removemos para que no se concentre todo el sabor del limón y quede más uniforme.