Revista Música
Muse – Showbiz
La belleza inmadura cuesta apreciarla claramente, es como mirar un lindo lienzo por un vidrio empañado. Es ese el defecto que lastra la obra primogénita de Muse. Una bonita pieza que aun debe deshacerse de unos cuantos vicios, para que sus virtudes más placenteras brillen con total refulgencia.
Retomando el sendero que marco Radiohead en sus inicios, esta musa aun en pañales debió cargar con la cruz de un sonido, notoriamente inspirado en esas complejidades chirriadoras. Mas las similitudes, aparte del evidente empleo de la voz, se dividían a la hora de la potencia y brutalidad, siendo Muse, mucho menos prolijos en esto, al menos en su primer andar o vuelo o como se le llame. Este LP ya entrega algunas pistas sobre sus prometedoras obras siguientes, mas aun se encuentran en un estado muy puro, conservando estorbos innecesarios y no regulando muy bien que digamos las escalas de energía. Ahora si bien es cierto la primera parte del disco matiza bien, los condimentos de los cuales hace gala, pasado el séptimo track comienza en una debacle desesperanzadora, que nunca termina de enganchar, por su aparente exceso de distorsiones.
No obstante Aun en un aurora creativa, pronto Muse, se enclaustrara en una crisálida, para aguardar su tiempo, el tiempo donde brillara con sus riffs, y secciones de piano traídas literalmente de otros mundos, jajaja, pero ese momento no es ahora, aun debemos esperar un poco mas. Por mientras, desarmemos este buen debut, más no del todo ideal.
Sunburn, da pie para que el crepúsculo se explaye con un tema que quema tanto como su nombre, iniciado con un piano sobrio, que da la iniciativa para incluir solidamente, las tormentosas guitarras luego. Comienzo tempranamente épico, sumando reverberaciones que cruzan a un nivel que pronto se hará costumbre.
“venid a malgastar vuestros millones aquí. Ella se mofa en secreto, otro espectáculo corporativo, el sentimiento de culpabilidad crece. Ella quema como el sol, pero no puedo apartar la mirada. Quemara nuestros horizontes que no te quepa duda”
Muscle Museum
Exceptuando su nombre idiota, que son las dos palabras que están antes y después de Muse en el diccionario ingles.
Este enfermizo track, posee un bajeo paranoico, voces angustiosas, sumadas a una esencia esquizofrenica, que ahoga.
Disfrutablemente claustrofobica.
Fillip, es casi una prueba física de que la crudeza y armonías mas accesibles pueden ir juntas y en el mismo vagón. Creación temprana provista aun de esa ira musicalizada, con menos arreglos, catalogándola así más pura y hormonal, sin deambular por los lados, toma un atajo directo y algo brusco. Falling down se radica en la esquina opuesta al pasado track, se me hace algo innecesaria mas su infausta construcción con cuerdas simples y velocidad estancada, lo saca adelante por poquito. “me caigo y quince mil personas gritan. Suplicaban por tu sueño”
Cave, distorsiones densas, apañadas por los tonos elementales de Bellamy. Las percusiones suenan profundas, tal como su titulo, el bajo luce esplendido también ajustando y rodeando dúctilmente el track. Antes de acabar, tiene un intermedio bellísimo de piano, bien agregado y elevado luego como una corriente bastante intensa
Showbiz
Camina con una batería particularmente de marcha, se asocia prontamente con el movimiento de una masa metálica gigante. La guitarra también no lo hace nada de mal, sacándose de la manga unos cuantos trucos, que elevan el tema a un estatus deseable. Entre insatisfacción, manifestación e inquietud, peca espontáneamente de ser una de las cumbres de la opera prima.
“Forzando a nuestras mas oscuras almas a revelarse. Empujándonos a la autodestrucción. Te revuelcas con el ritmo de la avaricia. Me hacen gritar tus gritos”
Unintended, una oda a la simpleza, demuestra que sin ser excesivo (¡cof cof Resistance cof cof!), se pueden adquirir ligeras obras de arte, con una voz que pareciera desfallecer en cualquier momento, acompasado por un batería que contempla dando tiempos largo y calmados, sumado a eso una guitarra sideralmente grácil. Una balada de amor por excelencia. Uno, personifica el contexto mas imperfecto, mezclando unas agonías más rústicas, el tono en el cual se desarrolla el tema, me rememora algo que se siente cercano de alguno modo. Más no alcanza una calidad estándar.
Sober, forzado, asi se deja entrever el noveno episodio de Showbiz, apela con una falsedad hiriente.
Sustentado en ligeros atisbos eléctricos, no alcanza a conmover ni a entusiasmar mucho.
La letra tampoco es brillante con líneas dejadas a diestra y siniestra.
Escape, guía por las cadencias más trémulas, administrando también intermitentemente unos electrochoques, que debiesen acoplar bien, más aun los ganchos no están demasiado afinados. Overdue, otra muestra de potencia descontrolada, da ese pie para asimilar que pasando de la línea ecuatorial del album, cada canción se va desarmando, deshilachando prontamente, un hilo narrativo musical a jirones menos perceptibles y disfrutables.
Entre bichos nocturnos se acaba el camino, con Hate this i’ll love you , un resonar apartado y oculto que simplemente deja evaporar al escucha en su propio mundo, muy nocturna y pasiva pese a su nombre algo belicoso.
Se desaparece pasivamente el recorrido, entre neblinas azules, y cuerpos algo hastiados, ante la exposición constante y consumidora de riffs, al fondo aun quedan otras estrellas por alcanzar, mas que una sensación pacifica, nos acalla la inquietud.
· Tracklist
· Sunburn
· Muscle Museum
· Fillip
· Falling Down
· Cave
· Showbiz
· Unintended
· Uno
· Sober
· Escape
· Overdue
· Hate this & I’ll love you