Revista Sociedad

Ensayo sobre los patriotas españoles y su 'liberalismo'

Publicado el 12 enero 2014 por Adrián Calvo @adriantsn

Comenzamos nuevo año y todo parece seguir igual. Aquel manto gris con el que nos despedíamos en 2013 sigue siendo la tónica en este pomposo año que comienza con las tradicionales expectativas de crecimiento desmesurado en economía. No son desmesuradas por ser cifras muy abultadas (tan solo un 0,5% de crecimiento del PIB), sino por lo optimista del carácter que imprimen unos datos tan alejados de la realidad que es necesario pasarlos por el filtro de la 'objetividad' gubernamental siguiendo la artificiosa confabulación que rezaba Goebbels en la Alemania de Hitler.

En los escasos pasos que ha dado ya 2014 hemos escuchado, por ejemplo, que la ley del aborto planteada por Los señores de centro del Partido Popular es 'progresista'. También se atribuyeron dicho calificativo en un portento de humildad -dícese del Sr. Wert- en el pasado, donde, además, tuvieron la genial idea de decir que su partido era el partido de los trabajadores. Uno de los pilares de la prostitución informativa y de la realidad desinformada es hacerse con los símbolos ajenos, con sus términos y con sus ideales. Los señores de centro son amantes de esta pérfida maniobra política.

En primer lugar, quién pudiera haber imaginado que un partido fundado por un exministro de un régimen fascista, el señor Manuel Fraga Iribarne, que durante cuarenta años había adoctrinado y lavado el cerebro a los millones de españoles que aun conservaban un mínimo de inteligencia, llevara el término "popular" en su nombre, cuando ese término refiere a la dedicación al pueblo, al populus, que durante casi medio siglo se había pasado por 'los santos decretos'. Estos habitantes de la selva política que también se hacen llamar liberales.


Hasta donde llegan mis conocimientos, los liberales se opusieron al conservadurismo, a la aristocracia y al absolutismo en aquellos días de 1789 y en otras muchas citas históricas posteriores. Los liberales nunca han sido partidarios de la defensa de los ricos ni de perjudicar al pueblo. Y ahora, cuando estos "liberales" ascienden al poder no hacen más que bajar impuestos a sus amiguetes accionistas en bolsa y privatizar, como mínimo, hasta el agua que beben. Los patriotas, los 'liberales', siempre andan buscando fuente de beneficios, un negocio: "Aquí esto y lo otro tendría un gran éxito", suelen decir. Hay quienes prefieren especificar y se definen como liberales en economía. Ello los más sensatos, porque los demás, los verdaderos patriotas, los verdaderos machos ibéricos, son más partidarios de honrar su hipocresía y cinismo y hacer un auténtico collage de conceptos políticos que ni la madre que los trajo a este mundo puede descifrar.

Son esos patriotas, los verdaderos héroes del país, quienes han sumido a España en la más absoluta ignorancia y desconocimiento, alegando siempre actuar en beneficio de todos para ganarse la sonrisa infundada de una sociedad adoctrinada por los devotos servidores de la nación y sus amigos los sacerdotes durante siglos. Patriotas que han viajado hasta las Seychelles sin haber pisado el pueblo de al lado; patriotas que mandan a sus hijos a estudiar a un colegio bilingüe -privado, por supuesto-, despreciando la lengua que tanto aman; patriotas en cuyo frigorífico no puede faltar la más selecta gama de productos extranjeros, desde Champagne Mumm a Ketchup Heinz; patriotas que apuñalan al sistema nacional de salud y educación pública de todos los españoles... Esos son los verdaderos patriotas, quienes acudirán como héroes a salvar el linaje español. Mayor patetismo, si cabe, es para mí inconcebible.


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