¿Otros tiempos?
Y que no se me diga que el 90 por ciento de la población española es católica para justificarlos. Primero porque no es verdad, y segundo porque una cosa es haber sido bautizado en una confesión religiosa, y otra muy distinta compartir, aceptar, seguir y cumplir sus preceptos, y no digamos ya considerar que esos preceptos y directrices obligan al conjunto de la sociedad. Sin acritud, y con cierta dosis de irónico escepticismo, diría que lo ideal para mi es que ser católico, evangelista, testigo de Jehová, musulmán, judío, ortodoxo, ateo, agnóstico, etc., etc., etc., resulte tan irrelevante a efectos sociales o morales para los ajenos a la respectiva fe, como ser del Real Madrid, el Barcelona o el Numancia Fútbol Club... Mientras no sea así, seguiré siendo escéptico-no-beligerante con las iglesias, -con todas-, mientras no demuestren con sus actos que las personas somos para ellas más importantes que sus dioses...
Sean felices por favor, y ahora, como también decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt
La escritora y pintora Nicole Muchnik