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Ensueños - Conrad Roset y David Aceituno

Publicado el 20 febrero 2013 por Rusta @RustaDevoradora

Ensueños - Conrad Roset y David Aceituno Edición: Lumen, 2012 Páginas: 96 ISBN: 9788448833800 Precio: 21,95 € Ensueños - Conrad Roset y David AceitunoLeer, soñar, imaginar. Evadirse de la realidad para adentrarse en un mundo mágico de colores suaves y acogedores, donde habitan los personajes más variopintos de la literatura universal y podemos navegar junto a ellos en un barco pirata, acudir al baile con Cenicienta o escondernos en el zapato en el que la Princesa Minúscula duerme plácidamente. Son lugares de ensueño, lugares de los que nadie querría escapar, pero también es posible caer en las garras de una pesadilla oscura, protagonizada por un ser malvado que pretende hacernos daño. Cuando ocurre eso, despertar del sueño no parece tan mala idea. El álbum Ensueños, ilustrado por Conrad Roset (Terrassa, 1984) y con textos de David Aceituno (Badalona, 1977), nos invita a entrar en el extraordinario mundo de los sueños, un universo de tonos pastel lleno de poesía que ha sido cuidado al detalle para cautivar a los lectores tanto como su predecesor en la colección, esa pequeña joya llamada Besos que fueron y no fueron con la que tiene mucho en común y que ningún amante de los álbumes ilustrados debería perderse. Ensueños mantiene al autor de los textos y cambia de ilustrador —cosa que me parece un acierto porque, aunque adoro los dibujos de Roger Olmos, de este modo el público puede conocer técnicas de ilustración diferentes—; por encima de todo, desprende ese encanto y esa demostración de trabajo bien hecho que ya me cautivó hace un año. Ensueños - Conrad Roset y David AceitunoLos textos de Ensueños están en la línea de Besos que fueron y no fueron: fragmentos breves, poéticos, algunos sentimentales, muchos simpáticos, que no siguen un orden lineal y son perfectos para leer al azar durante una tarde melancólica de domingo. Este tipo de álbum me encanta porque tiene una extensión que justifica su precio y además permite desplegar un amplio abanico de temas; no es un simple cuento. Por ejemplo, hay abundantes guiños a diversos personajes de los clásicos de la literatura infantil (princesas, Peter Pan, El mago de Oz…), para los que David Aceituno imagina posibles sueños, y también hay páginas especiales con juegos divertidos. Todo en él rebosa imaginación, ternura y cuidado de los detalles, las palabras se integran en las imágenes y se nota que ha habido una gran labor de edición detrás para que todas las piezas encajen. Con respecto a las ilustraciones, no soy (ni mucho menos) una especialista en el asunto, pero desde mi ignorancia puedo deciros que tienen un efecto «aguado» que en mi opinión potencia todavía más ese carácter efímero de los sueños. La mayoría tienen tonalidades suaves, como la de la cubierta, un mundo de nubes de algodón de lo más dulce y entrañable, aunque hay algunas de colores vivos, adecuadas para reflejar la personalidad de los personajes y escenarios que representan. Son dibujos en los que prima el color sobre el detalle, la forma en la que la pintura se distribuye para lograr crear estos efectos. Personalmente, me gustaron más las ilustraciones de Roger Olmos en Besos que fueron y no fueron, sobre todo por la expresividad de sus rostros y su enorme dulzura, pero las de Conrad Roset también son muy bonitas y a mi parecer encajan perfectamente en Ensueños. Ensueños - Conrad Roset y David AceitunoCambiando de tercio, lo que más me cautiva de este tipo de álbumes no es solo su riqueza de contenidos y la belleza de sus imágenes, sino su capacidad para sacarme una sonrisa y sorprenderme página tras página: lo abro, leo el texto, miro la ilustración que lo acompaña, me lleno de su sentimiento. Ensueños ha conseguido hacerme sonreír y me ha maravillado por la poderosa imaginación que demuestran los textos (¡nunca el tema onírico había dado tanto de sí!). Tanto por esto como por su formato —está publicado en papel de calidad y sus dimensiones son de 27 x 30 cm, es decir, estamos ante un álbum de gran tamaño—, lo considero un ideal para regalar a lectores de todas las edades, porque, aunque los personajes de la literatura infantil y el tono simpático de la narración puedan asociarse a los niños, la realidad muestra que este tipo de obras también gustan (y mucho) a los adultos. En definitiva, estamos ante un álbum ilustrado muy tierno, con imágenes que brillan por su maravilloso uso del color y hacen un gran despliegue de personajes que tienen algo que contarnos sobre sus sueños. Se repite la fórmula de Besos que fueron y no fueron, pero con otro ilustrador para que los lectores no nos cansemos del mismo estilo y conozcamos otras posibilidades del dibujo. Si os gustó aquel álbum de los besos, no os podéis perder Ensueños; y si no conocéis ninguno de los dos, tenedlos en cuenta como idea de regalo (o autorregalo), porque quedaréis divinamente y os pueden salvar en aquellas ocasiones comprometidas en las que se quiere regalar algo especial y no se sabe el qué. Por mi parte, solo me queda añadir que espero que la editorial continúe trabajando en esta línea, con álbumes completos y creativos que, por si fuera poco, apuestan por el talento de los autores autóctonos. ¿Qué más se puede pedir?

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