Hay que ver como sufre la pobre. Cansada, después de una extensa jornada de trabajo (dos horas), quién no se echa un sueñecito cuando está rendido. Y es que la imputación da mucho sueño.
Son muchas las preocupaciones, muchas las injusticias que está sufriendo esta gran mujer. Y qué mejor para reponerse que una buena siesta. Venir a trabajar con “el caloret” es lo que tiene, siempre ha sido muy traicionero. Da sueño. Eso sí, mientras que ella no pierde el sueño, su partido vive una pesadilla, entre los que quieren que se vaya y los capos, como Mariano y María Dolores que la han aforado, pero la han abandonado. ¡Desagradecidos ¡
Ella es así. Ha dado todo por el partido, ha dado todo por España. Incluso ha dado tanto a tanta gente que hay quien piensa que ha sido por interés. Ella tan honrada, con su coche de hace veinte años, ha tenido que utilizar siempre un magnífico Audi del Ayuntamiento con chófer y escolta, cuando por su humildad hubiera preferido ir en bicicleta, como otros, pero los protocolos mandan. Ella no quiere que la tomen por cutre, porque ella es Valencia, y Valencia es lo mejor.
Pero cómo no se va a dormir. No han tenido un mínimo respeto y en vez de colocarla un trono la han colocado en un sillón, normal y corriente, y además aislada, sin sus coleguitas. La pobre se aburre en el gallinero, casi no manda, y está pasando un periodo indeseable, una persecución injusta.
Dicen que ha pedido permiso para tirar petardos en su escaño, y tampoco. No se lo han concedido, con lo feliz que era ella con la traca, ahora se tiene que aguantar y escuchar a otros que dicen que mandan más que ella. ¡Qué aburrimiento! En fin, todo será por la minucia de 5.300 euros que gana al mes, una miseria que está al alcance de cualquier currante.
Es duro, eso de tener que estar en un grupo donde hay plebe, es muy duro. Nunca pensó que tuviera que estar cerca de esos de Podemos, esos perroflautas que no saben ni vestirse, habría que verles con un bolso de Loewe como los suyos. ¡Qué desastre! Esta España no es lo que era. Ya no se pueden hacer chanchullos, ni tan siquiera corruptelas con su gente para ayudar al partido y para asegurarse el futuro. Dónde han quedado: Rus, Grau, Fabra, Camps, el Yonqui del dinero y tantos otros.
Se ha quedado sola, abandonada. Menos mal que le queda “el caloret” y algún sueñecito de vez en cuando para poder soportar estos momentos tan difíciles. Y todo por un mísero sueldo, menos de la mitad de lo que cobraba como alcaldesa. Lo que hay que aguantar. Aunque si hay algo que ella sabe hacer muy bien, es soportar lo que le echen. Y no, no dimitirá, eso es de cobardes, siempre le quedará el aforamiento y “el caloret”.
Salud y República