Publicado: 09/02/2024 03:50 PM
Las Organizaciones No Gubernamentales (ONG), desde su creación, han servido como herramienta para socavar los gobiernos y desestabilizar a los Pueblos.
De acuerdo a una investigación llamada La Opinión Política realizada en 2014 por el Centro de Estudio de Opinión de la Universidad de Antioquia, Colombia, se considera que “las ONG, en sus distintas expresiones, o formas organizativas, asumen la condición de sujeto político y por ende se constituyen como un sujeto de poder, en tanto que la opinión pública emitida tiene como finalidad manifiesta o encubierta, no sólo cuestionar la gestión y representatividad de los sectores políticos que detentan el poder constituido sino además buscan crear crisis de ilegitimidad que pudiesen provocar la caída del mismo”.
En la referida investigación se explicó, además, que las ONGdesde su nacimiento “han transitado un largo camino para lograr el posicionamiento que hoy muestran en el seno del sistema de organización internacional. Año tras año han aumentado su presencia en el espectro público mundial, regional y nacional, pasando a ocupar papeles de significación en la ejecución de iniciativas relacionadas con la agenda internacional y entre ellas se destacan: el intercambio científico, la religión, la ayuda de emergencia, los asuntos humanitarios, la defensa de los sistemas y derechos democráticos, defensa de los derechos humanos, la lucha contra el consumo y tráfico de drogas”.
Sin embargo, ésta ha sido una excusa para adentrarse en las comunidades, así lo confirmó el Secretario General de la Naciones Unidas, Ban Ki-moon en su discurso en el Foro Económico Mundial Davos, Suiza, el 29 de enero de 2009 cuando dijo “pero este posicionamiento en el sistema internacional, no ha sido sólo ni siquiera a voluntad propia de las ONG; en ello ha incidido en forma decisiva, la intencionalidad de las potencias imperialistas que en defensa de sus intereses económicos, políticos y culturales en todas sus zonas de dominio, han propugnado por garantizarle un espacio, con derecho a voz, veto y financiamiento en el amplio espectro de comisiones, organizaciones, cuerpos y misiones de carácter internacional».
Venezuela y las ONG
Si en 1909 había unas 200 ONGinternacionales registradas en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y a mediados de 1990 había más de 2 mil, en la actualidad, la ONUtiene un registro de 20 mil en calidad de asociadas, de las cuales 70 son de la República Bolivariana de Venezuela, de acuerdo a los datos reflejados ensus archivos.
Entre esas 70 ONG venezolanas registradas en las Naciones Unidas, destaca la Red Venezolana de Organizaciones para el Desarrollo Social(REDSOC) la cual fue creada bajo los auspicios de uno de los principales emporios económicos del país (Grupo Cisneros) y ha ocupado un papel protagónico en varias acciones y momentos claves de las estrategias desestabilizadoras de la derecha opositora en nuestro país, que además disfrutan del apoyo abierto y descarado de los organismos internacionales con sesgo político, particularmente de la ONUy la OEA.
En una investigación realizada por la socióloga Gladys Rojas, llamada “Metamorfosis de las ONG: El papel sociopolítico de las ONG en la República Bolivariana de Venezuela durante el período 1999-2014”en la Escuela de Gerencia Social del Ministerio del Poder Popular de Planificación, encontramos que “durante el surgimiento de las ONGen el país, los grandes grupos económicos nacionales son los mayores accionistas y que aparte de controlar y tener la propiedad privada de la mayoría de las grandes empresas del sector industrial, comercial, telecomunicaciones, editoriales y transporte en general, entre otras, sino que además inician su incursión en el mundo de las asociaciones sin fines de lucro, utilizando la figura de las fundaciones, ungidos de buenas intenciones para ayudar y favorecer a quienes mantienen encadenados a la pobreza, la explotación y la exclusión social extrema mientras acumulan ingentes capitales, aumentan sus propiedades privadas y fortalecen sus relaciones neocoloniales con las trasnacionales de los bloques imperiales”.
Luego, explicó en su documento la socióloga Rojas que “el surgimiento de las ONGdurante los llamados gobiernos de la Cuarta República, no tienen como verdadera razón las perentorias necesidades de los sectores más empobrecidos, sino la protección de los intereses de los grandes grupos económicos nacionales e imperiales, es así como la familia Boulton creó la Fundación John Boulton en 1950; la familia Mendoza Goiticoa, fundó en noviembre de 1951 la Fundación Eugenio Mendoza; posteriormente la familia Cisneros Phelps, formó la Fundación Cisneros; y la familia Capriles creó la Fundación Cadena Capriles en el año 2004”.
Conociendo ese origen, es como nacen, se desarrollan, expanden, ramifican y articulan en red de redes, las nuevas ONG que ahora actúan como sujetos políticos beligerantes en la dinámica pública nacional actual, explicó la socióloga en su investigación.
La Cuarta República para las ONG
Sin lugar a dudas, el período de auge de las ONG en nuestro país fue el de la democracia representativa que se inaugura con el conocido Pacto de Punto Fijo, el cual va de 1958 hasta 1998, cuando el comandante Hugo Chávez derrotó candidato de la derecha en las elecciones presidenciales de ese año.
Retomando la investigación de la socióloga Gladys Rojas conocida como “Metamorfosis de las ONG: El papel sociopolítico de las ONG en la República Bolivariana de Venezuela durante el período 1999-2014” comentó que durante estos 40 años, las ONG sufrieron varias mutaciones cumpliendo con diversas funciones de acuerdo a la orientación o finalidad asumida en cada momento. Sin embargo, la investigadora detalló que “estas organización juegan el rol de instrumento de dominación de clase a favor de la oligarquía y los propietarios privados de los medios de producción ha permanecido invariable hasta nuestros días y que esos 40 años fueron de gestación y despliegue de las tesis neoliberales en nuestro país, que alcanzaron su mayor desarrollo con la ofensiva asumida por el sector financiero y comercial de la burguesía criolla a través del proceso conocido como Reforma del Estado.”
Así encontramos que en el desarrollo de las indagaciones realizadas por la socióloga Rojas que “una de las principales tesis durante la década de los 80, la burguesía, en pleno renacimiento neoliberal, con el fin de corregir la hipertrofia, controlar la omnipresencia y minimizar el gasto público del Estado, planteaban un nuevo pacto que reforzara el sistema democrático representativo, permitiéndose espacios de participación a la llamada sociedad civil, con la cual se buscaba incorporar al pacto puntofijista a los sectores profesionales de la clase media y sus representaciones políticas: los partidos y movimientos de centro derecha y de la izquierda reformista. De esta manera, para abrirse campo en la dinámica política y competir con mejores opciones en los procesos electorales frente a Acción Democrática y COPEI, se dedicaron a crear los movimientos de la sociedad civil”.
Detrás de estos movimientos de los 80 se fraguaron las nuevas organizaciones no gubernamentales del 2000 como sujetos políticos con liderazgo, cultura corporativa, ramificación celular y agenda política propia.
Es entonces como “desde el año 2000 (previo al paro petrolero de 2001 y al golpe de Estado de 2002), la agenda política, disfrazada de denuncias de las ONG, fundaciones y asociaciones civiles preceden, acompañan o refuerzan la agenda de desestabilización política y social de la derecha, en una alimentación permanente de la agenda mediática desplegada por los medios impresos, audiovisuales, así como a través de las redes sociales presentes en el territorio nacional y en el escenario norteamericano y europeo principalmente”, reseñó la investigadora Rojas.
Recalcó además la socióloga que “cuando nos referimos a la agenda política activa de estas organizaciones, estamos señalando la constante emisión de opinión pública política que realizan un conjunto de ONG a través de los medios de comunicación y redes sociales, donde se ataca la gestión de cualquiera de los poderes del Estado o de las instancias ministeriales y organismos del gobierno bolivariano, y participan activamente en los planes golpistas y acciones desestabilizadoras en contra de la paz nacional”.
Durante todos estos años, el Gobierno Bolivariano viene acusando y denunciando el accionar de estas organizaciones, y tal como lo aseguró la investigadora, “se esconden tras los símbolos, la estructura organizativa y los operadores del poder de la iglesia, el poder económico privado y las organizaciones políticas de centro o extrema derecha. Sin embargo, ha llegado la hora de proceder más allá de la apertura de investigaciones o del conformismo de la denuncia pública para develar las acciones que buscan erosionar la credibilidad y legitimidad institucional para provocar un estado de ingobernabilidad absoluta que eventualmente sirva para justificar una accionar insurreccional contra el estado de derecho”.
Estas son algunas de las razones por las cuales toma relevancia la necesidad de aprobar y aplicar leyes que regulen las acciones de las ONGen Venezuela, con el fin de hacerle seguimiento a estas organizaciones que reciben financiamiento extranjero ilícito y son utilizadas para desestabilizar el país.
AMELYREN BASABE