Entorno global | Oro y petróleo

Clave de la injerencia extranjera sobre nuestra Guayana Esequiba

El territorio de la Guayana Esequiba está conformado por múltiples riquezas naturales, tales como cobre, manganeso, diamante, uranio, hierro, bauxita, aluminio, oro, petróleo y gas; amplios recursos forestales, hídricos y pesqueros; una biodiversidad con una amplia variedad de flora y fauna, propia de los suelos más antiguos del planeta; y una ubicación geoestratégica para el Caribe y el Atlántico, que lo convierten en un espacio geopolítico de gran interés en el marco de importantes desafíos globales, el desarrollo de la Cuarta Revolución Industrial y la construcción del nuevo orden internacional.

Por tal motivo, la controversia territorial entre Venezuela y la República Cooperativa de Guyana, en el proceso de reconfiguración de fuerzas políticas a nivel internacional, cobra relevancia, más cuando los intereses económicos, de nuevo, se encuentran en juego en el marco de esta historia. No es algo extraño de observar, pero sí se deben rechazar las posturas agresivas y guerreristas de las autoridades de Guyana al plantear el establecimiento de bases militares extranjeras, cónsonas con la colaboración, asistencia y entrenamiento militar realizados por el Comando Sur de Estados Unidos, durante los últimos años, en territorio guyanés, particularmente desde el inicio de las campañas de exploración y producción de petróleo de la compañía estadounidense ExxonMobil (2015).

La injerencia extranjera sobre este territorio juega un papel clave en la historia de este conflicto, pues han sido sus pretenciones y ambiciones económicas protagonistas del agravio al derecho, la soberanía y el territorio venezolanos. Para ello, vale resaltar algunos elementos de esta historia.

La controversia se remonta a los tiempos de la Colonia, cuando Holanda entregó a Gran Bretaña, a través del Tratado Anglo-Holandés (1814), sus derechos sobre lo que es hoy Guyana; pero, según Reino Unido, en el acuerdo no quedaban claros algunos límites fronterizos. Este es el «fundamento» de los ingleses para enviar a la zona, a partir de 1835, al explorador alemán Robert Schomburgk, quien comenzó a trazar líneas territoriales para definir los límites que ya estaban claramente establecidos. Los límites fronterizos son los mismos desde la conformación de la Capitanía General de Venezuela en 1777 y fueron ratificados a través del reconocimiento, por parte del Reino Unido, en 1824, y, después, por el Reino de España (1845), con la independencia de Venezuela.

La primera línea de Schomburgk (1835) usurpaba 4.920 km2. En la segunda (1840-1886), ocupaba 141.930 km2 y en la tercera línea (1887), 167.830 km2, incluyendo en este nuevo trazado parte del hoy estado Bolívar, aunque, irónicamente, Schomburgk ya estaba muerto en 1865. La mayor aspiración londinense era quedarse con los poblados del Callao y Guasipati y así lo hicieron público.

Pero, ¿por qué intentar demostrar que Reino Unido tenía más territorios de los establecidos por medios jurídicos?, y ¿por qué quedarse con el Callao? Para ello, la profesora e historiadora Adelina Rodríguez, en su artículo «El colapso del Callao: la crisis de la producción aurífera en Guayana a fines del siglo XIX», precisó algunos elementos que son interesantes para este conflicto y sobre el rol del oro:

• A partir de 1866, o quizás un poco antes, veníase explotando oro en forma continua o, al menos, conocida por el gobierno regional y, en 1868, la Asamblea Legislativa acordó conferir a Guayana el carácter constitucional de estado minero.
• Guayana se transformó en el centro de atención de inversionistas extranjeros interesados en cuarzo aurífero. Una nueva etapa en la búsqueda de El Dorado dio inicio a un proceso de expoliación auspiciado por la ausencia de una política de control sobre el otorgamiento de concesiones a compañías extranjeras.
• En 1870, se conformó la Compañía Minera el Callao, coincidiendo esto con el ascenso al poder de Antonio Guzmán Blanco.
• La bonanza de la compañía dio lugar a una verdadera fiebre del oro. En consecuencia, la zona cercana a la compañía se transformó en un polo de atracción para los buscadores de pepitas de oro… zona minera, considerada entonces como una nueva California. En este punto, es importante señalar que, si bien la Bolsa de Metales de Londres (LME) tiene sus antecedentes en 1571, fue en 1877 cuando se formó la Compañía del Mercado y del Intercambio de Metales de Londres como un resultado directo de la Revolución Industrial, la ampliación de sus colonias, el aumento masivo en el consumo de metales en el Reino Unido y, con ello, la movilización de enormes volúmenes de metales del extranjero.
• Entre 1866 y 1868 se presenta por primera vez el rubro oro en una exportacion. Por los altos índices registrados, rápidamente se transformó en el eje de la economía regional, estimulando la conformación de un espacio geominero en la región de Guayana, denominado el Territorio Federal Yuruary (1881). En esa época, se encontraban en funcionamiento 31.642 minas concedidas a título de descubrimiento, recompensas y arrendamientos.
• Las compañías extranjeras se habían concentrado en el potencial económico de la zona minera del Callao. Para 1883, existían en funcionamiento las siguientes compañías mineras: el Callao, Chile, Potosí, Eureka, El Arbolito, La punta Cicapra, el Nuevo Mundo, Nueva Hans y Callao-bis. En ese mismo año se estableció una línea de navegación por vapor entre Ciudad Bolívar y Trinidad, dado que casi toda la producción y exportación de oro se dirigía a Inglaterra vía Trinidad (colonia del Reino).
• La producción de oro de Guayana mantuvo un ritmo normal hasta 1886, fecha en que variados factores impactaron con fuerza en la dinámica de explotación llevada a cabo por las compañías, fundamentalmente la del Callao. Uno de los más importantes fue, sin duda, el relacionado con las tensiones diplomáticas entre Venezuela y la Gran Bretaña por el territorio del Esequibo.
• Al finalizar el siglo XIX, con el ascenso al poder de Cipriano Castro y el colapso del Callao se cierra el ciclo del oro en Guayana y una empresa inglesa, la Goldfields of Venezuela (Limited), de Inglaterra, compró parte de las compañías que se habían declarado en quiebra, comenzando las explotaciones al este del Callao.

Una nueva etapa se iniciaba para la historia del oro en Venezuela, donde Reino Unido mantuvo un rol protagónico en la exploración del oro y donde los intereses extranjeros, con el uso de la fuerza y complicidad de algunos venezolanos, permitieron el bloqueo de las costas venezolanas y la imposición de las líneas de demarcación adoptadas en el Laudo de París de 1899. La historia ha revelado los compromisos políticos entre Estados Unidos e Inglaterra, sustentados en importantes concesiones mineras en Venezuela.

Ahora, con el nuevo oro negro, el petróleo, la disputa solo se ha exacerbado, ya no directamente con Reino Unido, sino con Estados Unidos en territorio de Guyana.

• La ExxonMobil tiene la mayoría del control del bloque Stabroek, de donde extraen el petróleo que se comercializa hacia Estados Unidos, y es la gran ganadora de las concesiones guyanesas.
• La ExxonMobil informó el descubrimiento de 11 mil millones de barriles de petróleo liviano y gas en el mar de la Guayana Esequiba, a unos 190 kilómetros de su costa, y en 2022 recibió ofertas por 8 de 14 bloques petrolíferos licitados.
• El gobierno de Guyana, en 2020, creó el Fondo Soberano de Recursos Naturales, donde la afluencia de ingresos derivados de la producción de petróleo y regalías se ha mantenido en el Banco de la Reserva Federal de Nueva York en Estados Unidos.
• A días del referéndum consultivo, el gobierno de Guyana autorizó el inicio de la producción de petróleo por parte de la Plataforma Flotante de Producción, Almacenamiento y Descarga FPSO Prosperity, en el yacimiento Payara, en el bloque Stabroek, ubicado en un área marítima pendiente por delimitar, con lo cual se estima que su producción, en enero de 2024, ascienda a más de 600 mil barriles, para alcanzar una producción de 1,2 millones de barriles de petróleo en el año 2027.

En este escenario es importante recordar que, en enero de 2023, la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson, destacó que su país intensificaría su juego en Suramérica por los recursos naturales del «triángulo del litio»: Argentina, Bolivia, Chile. En Venezuela, por el petróleo, el cobre y el oro. En el Amazonas, por «los pulmones del mundo». En Guyana, por la concentración de las reservas de crudo ligero y dulce.

Casi dos siglos después, Inglaterra aún se niega a devolver el oro venezolano equivalente a 2 mil millones de dólares colocados en el Banco de Inglaterra y desconociendo al gobierno venezolano.

Los intereses económicos siguen presentes en la controversia donde ahora Estados Unidos comercializa y administra recursos petroleros y financieros de Guyana. Por esto, el intento de llevar a un tribunal conformado por personas comprometidas y voceras de gobiernos que desconocen y sancionan al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela recuerda la componenda política del viciado Tribunal Arbitral que tanto defiende el gobierno de Guyana. Por ello, a una semana del referéndum consultivo sobre el territorio de la Guayana Esequiba, la mayor defensa de Venezuela debe ser el compromiso de todos los venezolanos sobre la soberanía e intereses del Estado sobre la Guayana Esequiba y buscar un arreglo práctico entre las partes.

Orelys Castillo