Buenos días cocinillas,
volvemos a la carga con una nueva receta. En este caso una versión de la originaria Quiche francesa. Una de las principales diferencias con la original es que voy a usar hojaldre en lugar de masa quebrada para la base, que es lo que suelo tener en el frigorífico, pero vosotros podéis usar lo que tengáis más a mano.
Empezamos.
Quiche de hojadre con cebolla caramelizada y bacon
Ingredientes :
- 1 lámina de hojaldre
- 1 cucharada de mantequilla
- 1 cebolla caramelizada (os enseñaré mi forma de hacerla en otro post)
- 3 huevos
- 1 brick pequeño (unos 200ml) de nata para cocinar
- Queso rallado
- 100 gr de bacon
- Sal
- Pimienta
- 1 tomate (opcional)
- 1 rulo de queso de cabra
Comenzamos untando de mantequilla el molde donde vamos a hacer la quiche. Lo ideal es que pueda desmontarse para sacarla fácilmente una vez hecha. Sacamos la lámina de hojaldre y la estiramos un poco con un rodillo, no demasiado para que no se rompa, y forramos el molde con ella. Si os sobra hojaldre no lo tiréis, lo unís y volvéis a estirar y podéis aprovechar a hacer unas palmeritas, unos minicroissant o rellenar ese hojaldre (otro día vemos un montón de ideas super fáciles para hacer con hojaldre).
Una vez forrado el molde, hacemos agujeros con un tenedor y lo rellenamos con legumbres para evitar con el peso que la masa suba.
Metemos el molde con las legumbres en el horno precalentado a unos 180º. Lo dejamos unos 10 minutos preferiblemente con calor solo por la parte de abajo si vuestro horno lo permite y comprobando que los bordes no se empiezan a tostar.
Mientras tanto podemos ir haciendo el relleno.
Para empezar hacemos la base de cualquier quiche a la que añadiremos los ingredientes elegidos. Para ello batiremos 3 huevos en un bol, lo salpimentamos al gusto y añadimos la nata. Mezclamos bien y echamos queso rallado al gusto.
Hasta aquí la base general. El resto de ingredientes pueden cambiarse acorde a lo que nos apetezca o tengamos por la cocina. La original, llamada Quiche Lorraine lleva bacon, pero también queda muy bien con pollo, champiñones, jamón de york o verduras. Yo optaré por una que me encanta con cebolla caramelizada y bacon, así que mezclamos el bacon en el bol y reservamos la cebolla para hacer otra base.
En este punto ya habremos sacado del horno la masa precocida (¿no os habíais olvidado de ella verdad? yo os aconsejaría sacarla un poco menos tostada que en la foto jeje) y quitamos, con cuidado para no quemarnos, las legumbres. Repasad este punto porque como los bordes se habrán inflado y caído un poco puede quedarse alguna escondida y, “me han contado”, que al que le toque el “premio” no le va a hacer tanta gracia como en un roscón ;). Y como aquí no se desperdicia nada, guardáis las legumbres en un bote para usar las siguientes veces…
Añadimos a la base la cebolla caramelizada y después la mezcla del bol. Opcionalmente podéis añadir arriba unas rodajas de tomate, como en la foto, o mi opción preferida, rodajas de queso de cabra.
Metemos todo de nuevo en el horno caliente a 180º y lo dejamos, esta vez con el calor arriba y abajo, unos 40 minutos, comprobando que esté bien cuajada (para ello podemos pincharlo con cuchillo hasta que no salga manchado con la mezcla líquida) y dorada por arriba.
Una vez pasado ese tempo solo queda sacarla, desmontarla del molde y dejarla enfriar. Deciros que si os sobra, que lo dudo, sabe riquísima fría al día siguiente.
… que lo disfrutéis, y si lo probáis, contadme los resultados!