Lo de Francisco Camps y sus “amiguitos del alma” da para un libro. Empezando por si es conveniente buscar otro nombre más apropiado para referirnos al jurado «popular». Lo que permanece en la mente de la inmensa mayoría de todos es que allí, en Valencia, el trapicheo y el oportunismo político era más que habitual. Ya decidirá el Tribunal Supremo que, ojito, tendrá la última palabra. Entre fallas y fallos me quedo con estos dos artículos que ironizan sobre una triste realidad que desprestigia a la comunidad más endeudada de España:
¡Pon el cazo, Paco! | Por Ernesto S. Pombo ► Confirmado. Lo que hemos visto y escuchado en los últimos días durante el juicio a Francisco Camps y Ricardo Costa no fueron más que meros inventos de nuestras mentes malignas y perniciosas. Los testimonios de quienes aseguraban que no pagaron los trajes fueron una quimera, y los rastros documentales, una invención de los instructores y los malvados periodistas. Las facturas, los tiques, las hojas de encargo y de confirmación de pedidos y los cheques que se mostraron en el juicio los imprimió la acusación el día antes en la imprenta de la esquina. La trama Gürtel es como la Santa Compaña. No existe. Y recibir obsequios de corruptos que están en prisión no merece la reprobación, ni la condena… [+] La Voz de Galicia
La discutible inocencia del señor Camps | Fernando Ónega ► Señoras y señores, Francisco Camps y Ricardo Costa no son culpables. Lo dijo el jurado popular, con una apretada votación: cinco votos a favor y cuatro en contra. La mayoría, exigua, pero mayoría, no encontró pruebas suficientes de los regalos de trajes. Los obsequios enviados que recibieron la gratitud del «te has pasado veinte pueblos» ni siquiera fueron sometidos a juicio. Enhorabuena a los nuevos inocentes. Felicidades a todo el Partido Popular, feliz por superar el primer episodio del escándalo Gürtel, mientras contempla con fruición cómo el primer juez que instruyó el caso puede ser inhabilitado por un período de diecisiete años. Así es la ley, así funcionó el jurado, así erró Garzón y así queda para la historia un caso que duró casi tres años en la opinión pública. Ya solo falta… [+] La Voz de Galicia
Corrupción, España, No me gusta, Policrispación, Qué país