Recordé entonces algo que escribí en una situación similar, con otro técnico, otro arquero, contra un equipo argentino, en otro contexto pero por los mismos motivos "las alas de mariposa"
Por favor, tengan la gentileza de clicar en este enlace:
Alas y verán que como decía mi abuela "nada cambia, todo se transforma" como si el tiempo ese invento humano nunca bien explicado del todo sonriendo nos dijera de manera tribuneara: Los piojos y los boludos no se acaban nunca.
Fijensé que por un momento pensé que el que estaba anoche en la Bombonera era este Agustín Rossi.
Pero no este juega de político.
