Revista Cultura y Ocio

Entre las estrellas

Publicado el 27 marzo 2020 por Lola_world
Entre las estrellas
"Solíamos ver el cielo y nos preguntábamos cual era nuestro lugar en las estrellas, ahora solo miramos hacia abajo y nos preocupamos de nuestro lugar en la tierra". -Cooper.
Lo fascinante de la vida es no saber qué pasa cuando vuela de entre nuestros dedos lo último que nos ataba a la tierra, ese pequeño hilo que nos convertía en las personas qué éramos y de las que sólo quedará un pequeño recuerdo en algún espacio de nuestra existencia.
Por eso soñamos con las ilusiones que este viaje increible nos evoca, intentando hacer que nuestra existencia quede reflejada en algún pequeño lugar, aunque sea más allá de donde nos alcanza la vista. Lo increible es mirar hacia el firmamento y no darse cuenta de lo muy pequeños que somos y, sin embargo, que cada célula de nuestro ser forma parte de toda esa grandeza.
No había visto hasta ahora Interstellar (2014), la película de Christopher Nolan. Una obra maestra que nos lleva a través de un viaje en el espacio-tiempo, y que se convierte en un poema dedicado a la exploración espacial en busca de nuevos mundo por habitar.
En ella se plantea un futuro apocalíptico en el que la Tierra ha quedado tan devastada y vulnerable por el efecto del paso destructor del ser humano, que es necesario plantearse la búsqueda de nuevos planetas para garantizar la supervivencia de la especie humana.
Este viaje, en el que se mezclan sentimientos y conocimientos científicos me ha hecho recordar lo que siempre quiero pensar sobre el futuro incierto, sobre la pérdida de la identidad y la naturaleza vulnerable y, a la vez, destructora del ser humano. En realidad, el cine de ciencia-ficción me ha hecho siempre olvidar las palabras para abrir bien los ojos y conseguir entender algo de lo que se ve más allá del horizonte.
Me ha fascinado siempre la paradoja del espacio-tiempo. Esa idea por la cual el tiempo siempre es relativo y la única constante en el universo es la velocidad de la luz. Es una maravillosa reflexión que nos hace preguntarnos quienes somos realmente, tal vez seamos entes que compartimos espacio y tiempo con otros entes que no podemos ver. Al final de todos estos pensamientos se encuentra la necesidad del Ser Humano de saber cuál es su verdadera naturaleza.
Tal vez mi esencia como ser humano haya que buscarla en esa habitación propia que va cambiando según pasa el tiempo pero conserva el mismo espacio. Y la naturaleza inmutable del espacio contrasta con la cambiante sabiduría del tiempo, que nos pone a cada uno en el lugar que nos corresponde y nos recuerda que ese espacio no nos pertenece porque el tiempo nos lleva, inexorablemente, hacia un futuro incierto y desconocido.
Pero, después de tantas cuestiones, es difícil llegar a conclusiones que respondan a la pregunta sobre cual es la esencia de la naturaleza humana y su necesidad de trascender a pesar del espacio, el tiempo, y la velocidad de la luz.
Quizás nos haya nada que responda al hecho inexplicable de cómo nos dominan las emociones, tal vez seamos algo más que piel y huesos viajando a través del tiempo y el espacio.
PD: Escribí este post hace meses, lo dejé sin publicar. En estos días se hace para mí más actual que nunca debido a la grave crisis que ha supuesto la pandemia mundial del COVID-19. Si esto no nos sirve para reflexionar...En realidad, creo que no lo haremos, mi pesimismo al respecto quizás tenga que ver con que el tiempo me va empujando ya hacia un espacio demasiado reducido y pequeño.

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