Revista Cultura y Ocio

Entre las páginas: Brújulas que buscan sonrisas perdidas

Publicado el 04 abril 2013 por Poy

Hace unos días os dejé la reseña de Brújulas que buscan sonrisas perdidas, la nueva novela de Albert Espinosa, que salió a la venta el pasado 21 de marzo de mano de la editorial Grijalbo. Ya os comenté que me había gustado mucho y que quería leer algún otro libro del mismo autor. La verdad es que no he podido resistirme a la hora de dejar algunas frases de la novela.Brújulas que buscan sonrisas perdidas es una historia de la que no importa especialmente el argumento, sino más bien las acciones de los personajes y los valores que se dejan traslucir a través de ella. La familia, las segundas oportunidades, el amor, la tristeza o la soledad son algunos de los temas que giran en torno a la historia.

Ella, en broma, nos decía que era normal caerse. Decía que éramos sacos de patatas... Que los humanos éramos sacos de patatas de cincuenta, sesenta o noventa kilos que caminábamos sobre dos plataformas extrañas... Pero que los sacos de patatas nos se conformaban con andar bien sin caerse, sino que además llevaban bolsas en las manos, ropa, objetos y adornos en la cabeza... Y hablaban, gritaban, discutían, miraban hacia otro lado y hasta se enamoraban... Cómo no se iban a caer...
Recuerdo que en una Navidad al lado del lago, en lugar de un muñeco de nieve hicimos uno con un saco de patatas al que le pusimos zapatillas. Queríamos que andara, que se mantuviera en pie, que se fuera de comprar y que se enamorara..
No lo conseguimos... pero a los seis años compramos todo lo que nos cuentan...

Esta frase me llamó mucho la atención porque recoge muy bien la relación que tenía la madre con los hijos, especialmente nuestro narrador. No quiero contar nada de la historia, pero dejémoslo en que la madre está en una muy difícil situación, pero siempre tiene alguna estrambótica teoría que contar a sus hijos para que estos se alegren y vivan felices.

-Jamás nos mentiremos... - me dijo mientras yo estaba a punto de abandonar este mundo en forma de sueño-. Escúchame bien, eso implica algo más que ser sincero... En este mundo mucha gente es falsa... Las mentiras te rodean... Saber que existe un archipiélago de personas que siempre te dirán la verdad vale mucho... Quiero que formes parte de mi archipiélago de sinceridad...
[...]
Os juro que saber que puedes confiar en la otra persona, que nunca te mentirá, que siempre te dirá la verdad cuando se lo pidas, no tiene precio... Te hace sentir fuerte, muy poderoso...
[...]
Y es que la verdad mueve mundos... La verdad te hace sentir feliz...La verdad creo que es lo único que importa...

De forma parecida, estas frases son las que están puestas en la solapa del libro, y la verdad es que me llamaron mucho la atención cuando las leí. Tiene que ser verdaderamente reconfortante tener, como la mujer del protagonista, un archipiélago de sinceridad, y saber que todas las personas que forman parte de él te dirán siempre la verdad. Tienes que sentirte muy seguro sabiendo que no te van a mentir, aunque la mentira duela.

- Siempre ha intentado ocultarlo, su tic nunca está en los ojos o en la cara. Me contó que de pequeño residía ahí y le causaba problemas. La gente le observaba como un bicho raro y aquello le avergonzaba...
- ¿Te lo contó él?
No me lo podía creer.
- Lo deduje. Con tu padre casi todo hay que deducirlo. Nada es expresado.

Esta cita me llamó mucho la atención porque de alguna forma nos mostraba una debilidad del padre del protagonista, que tan ajeno y frío parece al principio. Supongo que no todas las personas son lo suficientemente fuertes para mostrarse débiles y vulnerables, y por eso necesitan hacer creer que todo les da igual o que nada les importa. Supongo que para el padre también estaría bien que esta persona dedujese lo que él mismo no se atreve a expresar en voz alta.

¡Espero que os hayan gustado las citas! ¡Nos leemos!


Volver a la Portada de Logo Paperblog