Revista Cultura y Ocio

Entre las páginas de cada libro se esconde un tesoro

Por Mientrasleo @MientrasleoS

Entre las páginas de cada libro se esconde un tesoro
     Me he quejado a finales de verano de estar trasladando mis libros. Han sido bastantes más de cuatro mil (dejé de contar) y os puedo asegurar una cosa: pesan.Lo que hacía era coger todos los que tenía repartidos en tres habitaciones y posarlos en el suelo de el que sería su habitáculo definitivo, con lo cual me encontré rodeada de columnas de libros que emergían de mesas, sillas y el suelo desafiando la gravedad. Hubo un conato de alud junto a la puerta.... afortunadamente sin consecuencias de gravedad.
     Lo que si tengo que reconocer es que tardé una eternidad en colocarlos, porque es irresistible la tentación de abrir un libro al azar intentando captar un poco de la magia que nos dieron en el momento de su lectura. Y descubrí una cosa: entre las páginas de cada libro se esconde un tesoro.

     Cuando cogía los libros de mi infancia encontré dibujos hechos con trazo tembloroso en pequeñas hojas de papel, alguna nota peregrina que le había pasado, o tal vez me había llegado a mí, de un compañero escolar cuyo nombre no recuerdo. Oh, Dios mío!! una hoja doblada con un castigo en el que había copiado diez veces que tenía que prestar atención en clase.... ¡pero si yo recuerdo haber sido una estudiante brillante y modosa de toda la vida! Ese castigo debe de ser de otra persona, seguro que sí....
     Cuando pasó el tiempo empezaron a asomar fotos, entradas viejas de cine, de esas que eran de papel alargadas, bien amarillas o rosas y a las que rompían un trozo (quien no las conozca.... sería como las modernas cuando pasa el tiempo y quedan en blanco porque le desaparecen las letras). También encontré una etiqueta que me dijo que uso la misma talla, así que esa la he guardado con muchísimo respeto. Y de repente empecé a poner nombre a los libros en la primera página, así que debió de ser en esa época cuando constaté que no todo el mundo devuelve los libros que le son prestados.
     Mas fotos, un billete de doscientas pesetas, un folleto de un parque un par de recortes de prensa... nostalgia. Casi me da pena no usar ahora marcadores, uso el mando de la televisión para marcar por dónde voy, puesto que en el futuro, cuando tenga que trasladar libros, es fácil que no encuentre una flor seca que me recuerde un momento fugaz. Tampoco podré hacerlo en los libros digitales, en los de la biblioteca sí. Una vez me encontré en un libro sacado de la biblioteca, Travesuras de la niña mala, que decía "sorprendentemente un hombre tan gris acabó por hacerme llorar". Recuerdo que lo hice y decidí compartirlo también en algunos libros que sacaba, supongo que ya apuntaba maneras... Ah, y un par de números de teléfono cuyo origen desconozco y que bien hubiera podido usar para saludar diciendo, "hola, acaso vive ahí un hombre que hace salir de los libros a los personajes cada vez que lee en voz alta..." pero en el último momento decidí que no. Como decidí también guardar todas estas cosas en una cajita, como el que guarda un pequeño tesoro que recorre su vida. Porque nuestra vida va dejando pedacitos en muchos sitios, incluso en los libros que leemos.
     Y vosotros, ¿habéis encontrado algún tesoro en los libros?
     Gracias

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossiers Paperblog