Carlos González, que fue profesor de secundaria durante veinticuatro años, decidió un buen día abandonar un sistema en el que ya no creía y tratar de desempeñar su labor docente desde un prisma nuevo: enseñar a los alumnos a descubrir el mundo a través del autoconocimiento, dejar de ser profesor para convertirse en un maestro, al más puro estilo de la Institución Libre de Enseñanza. El resultado de aquella experiencia se plasmó en el libro arriba mencionado (que colgó de forma gratuita en Internet y solo después se publicó en papel). Gracias a Pablo Usón, lo que en principio iba a ser una película de ficción se ha convertido en un documental rodado a partir de un taller de doce días en el que González ponía a prueba su método con once alumnos especialmente seleccionados para la experiencia. Como afirma en un momento dado, "el fracaso sería no hacerlo, no intentarlo".