Revista Opinión

Entre “merde!” y “shit!”, Letizia prefiere el francés

Publicado el 10 marzo 2016 por Rgalmazan @RGAlmazan
Y es natural. Sólo faltaba que la reina pronunciara palabras feas en inglés. Sería una traición a los suyos, a su familia real, a los Borbones. Y es que siendo grande e histórica la casa de Tudor, ella se debe a los suyos, por eso no puede decir shit!, porque también los improperios deben ser borbónicos. ¡Faltaría más!
Una vez casada, Letizia se ve obligada a ser una Borbón, y a olvidar su inglés porque sería ir contra la historia familiar. Ya no puede decir: “shit!”, cuestión de linaje. Además la lengua más aristocrática y sabrosa es el francés (perdón: no busquen ustedes doble sentido). Eso sí, la Casa Real diga lo que diga, en el idioma que sea, lo que no puede es abandonar a los amiguetes.Entre “merde!” y “shit!”, Letizia prefiere el francés
Al fin y al cabo, las amistades peligrosas también son amistades. Y así se lo dejó dicho la reina Letizia al imputadísimo López Madrid, amigo de los reyes. Queda claro que lo mejor que se puede hacer, cuando se habla con un individuo al que se le ha pillado en algo tan normal y tan corriente como utilizar una tarjeta para gastos personales a costa de una Caja de Ahorros, es darle ánimos.
El presidente del gobierno le mandó un “sé fuerte” a su queridísimo tesorero, la reina Letizia le manda un “nos conocemos, nos queremos, nos respetamos, lo demás ‘merde” a su amigo López Madrid, mientras el rey Felipe lo invita a comer y lo aconseja que se aleje del barullo. De este barullo que es España, eso que él tiene el honor de presidir, quién sabe si a la fuerza. ¡Pobrecillo! Tener que reinar en un reino barullo. Entre “merde!” y “shit!”, Letizia prefiere el francés
Eso sí, cada uno tiene su estilo y su cruz. Con un denominador común: la amistad por encima de todo, incluso de la corrupción. A su manera, todos ellos anteponen su amistad y sus intereses a lo que debería ser un principio fundamental para personas de regio abolengo: “alejarse, a toda pastilla, de individuos como éste”. Un peligro público que se ha convertido en un triple imputado.
Javier López Madrid está imputado por la Gürtel (financiación ilegal del PP madrileño: 1,8 millones de dinero negro), por las tarjetas Black (con las que gastó 34.800 euros) y por un caso de acoso sexual a la doctora Pinto. ¡Qué mala suerte! Lo pillan por todos los lados.
Es verdad que la Casa Real ha dicho que los reyes ya no son amigos del susodicho, desde hace tiempo. Lástima que lo hayan dejado después de mandarle mensajes de alivio y apoyo, cuando ya había salido a la luz su implicación en el caso de las tarjetas opacas. Un poco tarde, ¿no les parece?
Lo disculpable de todo esto es que las personas que se aburren pueden, en un intento de parecer activas, cometer errores impropios de su rango. Y en el tiempo libre, ya se sabe, se busca lo que sea para estar ocupado. Se inician conversaciones peligrosas, o se invita a comer a personajes impresentables, eso sí, amigos del alma.
López Madrid es el consejero delegado de OHL, una de las empresas constructoras más importantes de este país. Es yerno de Villar Mir, el presidente del grupo OHL, de la que se sospecha que ha ayudado a la financiación del partido popular. Y su mayor aval, haber sido amiguísimo de sus majestades.
La Casa Real, gracias a una filtración de un caso judicial, ha quedado a la altura del betún. Eso sí, nadie ha dado ninguna explicación. ¿Para qué? A ver si ahora resulta que va a tener todo el mundo impunidad, menos los reyes. Sí señor, hay que demostrar quién es importante, las explicaciones sólo las dan los mindundis. ¡Como debe ser!
Salud y República

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