No es lo nuestro pero se vive como si lo fuera. El brillo, la luz, la sonrisa y el maquillaje dominan el desfile del Lunes. Claro ejemplo fue la comparsa Son de Mar.
La Policía resaltó las normas que los ciudadanos deben cumplir, y se unió a la idea que el Carnaval es para adultos.
Entonces ¿este es un niño desobediente?...
¿O este pequeño?...
Quizá este otro.
No... De pronto este...
Si esta ley hubiese salido en 2002, no tendríamos esta foto.
Solo tendríamos fotos de este tipo...
No habrían Marimondas en bicicleta contagiando alegría.
Ni Tatiana Padilla sería la Diosa de Ébano.
Y Maria Angélica no sería la Princesa Makembá.
No existirían ni Reinas ni Reinitas.
Tampoco habría un Rumbón Normalista.
O Adys Monterrosa no sería Negrita Puloy de Montecristo.
Tampoco habrían Pequeños Danzarines.
Ni mucho menos un espléndido Son Latino.
Seguramente el colegio María Inmaculada no tendría esta comparsa que rescata la tradición a través de la fantasía.
A Armando y a Vanessa les hubiese tocado ver los desfiles por televisión y no serían Reyes.
Lo importante es que hay quienes creen que es más importante moverse al ritmo de un Takumtá que pensar en prohibiciones de la Policía.
Los que no dejarán cerrar sus bares o discotecas propias.
Los que creen en las lentejuelas y plumas de Dacaná.
Aquellos Rumberos Caribeños que se mueven al son de la salsa.
O los que homenajean las Verbenas.
Los que como Baltasar Sosa se quedan en el recuerdo.
Los burros intelectuales o la rebelión de Marimondas.
Quienes llevan un Afrodisiao en la sangre.
Son los que afirman que Así es el Carnaval...
Lleno de Nuevas Estrellas.
De Ilusiones del Adulto Mayor.
Marimondas creadas por un Paragüita.
Bailarines que el pueblo aKlama.
Una mezcla de Identidad...
En un país con una...
Visión del Carnaval...
Única en el mundo.
Y aunque el desfile del Lunes pareciera un día en Brasil.
Aquí bailamos más de un ritmo y lo sorprendente pareciera una Fantasía.