"La chica de al lado"
No aparentaba más de 13 o 14 años. Era moreno, de ojos castaños y sonrisa tímida. En una de sus manos sostenía un llavero, con las otra sujetaba un vaso y un monedero de color oscuro. Su cara era un poema, un cuadro en blanco, aunque no sabía decir realmente el por qué.. SI por su expresión perdida y vacía, o su mirada baja intentando esquivar mis ojos. Le sonreí animándole a que se sintiera más cómodo, pero solamente conseguí que al dejarlo sobre el mostrador por casi rompiera el vaso. Su voz intentaba mostrar seguridad pero solamente le salió un par de titubeos ante mi saludo, para finalmente decirme que “lo quería para regalo”, no se cuantas veces lo dijo hasta que le salió la voz lo suficientemente alta como para escucharle. Mientras se lo preparaba, animándole su pensamiento le dije…
- No te preocupes, ya verás como le va a gustar.
- ¿Tú crees? -, dijo mientras tragaba saliba -, no sabía que escogerle…
- Es lo que normalmente le gusta a ellas, además así bien preparado fijo que la conquistas del todo. A nosotras nos encantan los detalles.
- ¿Si? Bueno, es un poco ñoño…
- Pero de vez en cuando dejar de aparentar ser un chico duro, tiene su premio -, dije guiñándole un ojo -, y a las chicas nos gusta un poco que también… Seáis mas dulces. No es malo…
- Ya… Pero aún así… -, dijo mirando hacia los lados -, tampoco es muy allá…
- Todos los chicos cuando quieren impresionar a alguien…
- ¿Se vuelven ñoños?
- Ñoños no, pero muestran su otra parte, no solo apariencias.
- Ya… ¿Y si le escribo una canción?
- ¿Una canción con esto? Cae rendida seguro.
Y mientras se iba con una sonrisa en el rostro como si le hubiera tocado la lotería, Remy me pregunta…
- ¿Qué le has dicho al chaval que va tan feliz?
- Nada, simplemente que eso era perfecto para su chica.
- Ay… El primer amor.
- Eso digo yo, ay el primer amor. Que bonito es todo al principio y luego…
- Luego siempre mejora Gata, siempre mejora. Y si abrieras los ojos, mejoraría aún más.
- Si, es verdad -, dije pensando en las personas que he conocido después del primer amor -, siempre mejora para bien Remy.