Revista Cultura y Ocio
Entre tonos de grisAutor/a: Sepetys, Ruta
Título original: Between shades of gray
Traductor/a: Isabel González-Gallarza
Edición: 1ª ed.
Editorial: Maeva, Embolsillo
Año de edición: 2012
Número de páginas: 294
ISBN: 978-84-15140-67-2
Si os preguntase sobre alguna novela ambientada en la II Guerra Mundial estoy segura que se mencionarían infinidad de títulos pero si lo hiciera sobre alguna ambientada en las atrocidades que llevó acabo Stalin durante la anexión de Lituania, Estonia y Letonia (también Finlandia se consideró zona de interés soviético) a la U.R.S.S. no creo que la lista fuera demasiado larga.
De lo que estoy segura es que quien haya leído Entre tonos de gris la mencionaría porque Sepetys da voz a una joven de quince años para que nos cuente, de forma novelada, la barbarie que sufrieron miles de personas mientras el resto del mundo ponía su atención en la II Guerra Mundial y se olvidaba de cómo Hitler y Stalin se repartían la Europa del este gracias al pacto Ribbentrop-Mólotov.
Sepetys nos traslada a la tarde del 14 de junio de 1941 en la ciudad de Kaunas (Lituania) para que conozcamos a Lina Vilkas, la encargada de narrarnos en primera persona cómo su vida y la de su familia se desmorona cuando los agentes del NKVD irrumpen en su casa para llevárselos en un camión junto a otras personas sin saber el porqué ni cuál es el destino que les espera.
Así comienza el periplo de los Vilkas en el que seremos testigos de cómo el NKVD los traslada durante semanas en vagones de tren para animales, en unas condiciones infrahumanas y hacinados como ratas, hasta los campos de trabajo siberianos donde cada día con vida es una victoria en la lucha por la supervivencia.
Es una novela muy fuerte, desde el punto de vista narrativo, ya que ciertos pasajes atroces que acontecen a algunos personajes se narran de forma muy vívida y ponen los pelos de punto a cualquier lector con un mínimo de sensibilidad y empatía; aunque también hay espacio para la ternura, el compañerismo y la generosidad.
Una de las cosas que me ha sorprendido gratamente es lo bien definidos que están todos los personajes, tanto los principales como los secundarios, especialmente el de Lina y su madre Elena. La primera, porque la impulsividad de la juventud hace que se rebele ante las situaciones que vive y plasma todo lo que le acontece en sus dibujos, manteniendo así su ilusión de ser una gran artista y, la segunda, porque es un personaje que desprende mucha fuerza y nunca pierde la esperanza de volver a ver a su marido ni la de regresar a su país.
Con un estilo sencillo, sin artificios, la historia engancha desde las primeras páginas pasándose estas sin que uno se de cuenta debido a la brevedad de los capítulos, a lo bien descritos que están los escenarios y las situaciones pero, sobre todo, por una trama bien trazada que anima a seguir leyendo para descubrir qué es lo que le pasa a Lina y su familia en la siguiente página.
Ruta Sepetys debutó en el panorama literario con esta obra que, en España, le valió el premio de los libreros y en el cual rinde un homenaje a su padre y a miles de personas de los países bálticos que sufrieron el terror stalinista dándonos a conocer unos hechos históricos, no tan lejanos como puedan parecer ya que de ello hace setenta y cuatro años, y que, como decía al comienzo, pasaron desapercibidos para la inmensa mayoría de la comunidad internacional.
Poco más puedo añadir salvo recomendaros que leáis Entre tonos de gris, una lectura que magnifica.
Fuente de la imagen de la portada: http://1.bp.blogspot.com/-zoHjnA5IKQk/UgyvKNR4pyI/AAAAAAAAEAU/YXLYrUfwHJM/s1600/entre-tonos-de-gris-9788415120254.jpg Fuente de la imagen del vagón: http://revistavinilomx.com/wp-content/uploads/2013/01/manos-tren.jpg