Buenos días, mis arrebatadores veraniegos. Cuando Babel aún está ocupadísima pero el calor llama a su puerta y le regala algunas horas libres, ¿qué puede hacer ella? ¿Deporte sudoroso? ¿Planes de futuro? No, Babel quiere leer. Sin parar. Y ahí entra el fastuoso segundo libro de la trilogía de Los Assassini. En enero, leía yo el primero, La Espada Maldita, del cosmopolita Jon Courtenay Grimwood. Y me dejó una huella tan profunda que saltaba de alegría al saber que este julio ya estaba en las librerías su continuación. Lo he paladeado como si fuera un chocolate negro sólo apto para adultos.
Pongámonos en situación. Venecia, siglo XV. Peligro, muerte, conspiraciones, sexo, y si todavía tu curiosidad no ha caído rendida sin condiciones (tal y como me pasó a mí), echemos un ingrediente más al caldero. Un vampiro de cabello plateado al que nadie nombra como tal. ¿Raro? Oh, sí, rarísimo, y de una manera que se ajusta como un guante de seda a mis gustos literarios.
Era como jugar al ajedrez viendo el tablero en el espejo y con la mitad de las piezas invisibles. pág. 83Fui muy explícita en mi reseña del primer libro en cuanto a los detalles de la historia de Tycho, el vampiro esclavo en manos de los poderosos, y la ambientación de una Venecia histórica que, de haber existido, no habríamos podido sobrevivir a ella. Ahora, las apuestas se han elevado hasta cotas insospechadas. Tycho ha perdido su status anterior, convirtiéndose en un personaje único en Venecia. Se embarca en la búsqueda de su identidad, todo un misterio plagado de horrores. Sin embargo, las potencias del mundo quieren devorar a su patria adoptiva, una Venecia conspiradora, manipuladora y tan despiadada como su sed de sangre antinatural. Eso impedirá que se centre en sí mismo, pues se halla en medio de una tempestad política junto a su amada Giulietta. Quiere demostrarle su amor aunque le parece imposible pues ella le odia por muchas razones, entre ellas una que no puede admitir.Los singulares y carismáticos personajes que ya abundaban en la primera novela siguen resaltando aquí. Lady Desdaio se impacienta ante su estado civil, provocando rumores escandalosos. El que fuera maestro de asesinos de Tycho protagonizará uno de los sucesos más dramáticos de la trama, junto a otro personaje que surge de las tinieblas y amedrentará a la supersticiosa ciudad flotante.Sigo encaprichada de Tycho porque es oscuro pero inocente al mismo tiempo. Una rareza, sin duda, que añade dimensión a las muchas capas de la rica y psicológica narrativa del autor. Resulta una historia íntima, pero estrambótica en su alcance en las relaciones de los dirigentes. Tierna y sutil en lo que concierne al amor y la pérdida, pero salvaje en la brutalidad cometida sin cesar por los poderosos y los desalmados.
Puede que le fuera negada la luz del sol, pero sus deseos seguían vivos. pág. 91Es un viaje por los recovecos más oscuros de la mente de unos cuantos personajes deliciosamente venecianos: la mágica duquesa Alexa, el implacable regente Alonzo, el celoso Iacopo, el astuto doctor Cuervo... Todos ellos bailan una perversa danza entre la codicia y las pasiones que inflaman cada uno de sus actos, movidos por los instintos más bajos.En la siempre convulsa pero vibrante ciudad de Venecia, los poderosos se refocilan en manipulaciones a espaldas de toda moral. Mientras tanto, Giulietta recuerda todo lo que ha perdido. Está rabiosa porque todos quieren controlarla y trata de crecer lo antes posible, madurar para poder soportar lo que se avecina. Es la novia forzada entre dos fuerzas en Europa que podrían masacrar a Venecia. A pesar de lo sangrienta y oscura que es, también es profundamente romántica. Sumergirte en esta novela, no obstante, despierta la sed de sangre. Y eso es así a dos niveles: la naturaleza vampírica de Tycho y los actos malvados que claman ser vengados.
Pero no sirve de nada ser amada por alguien a quien odias. pág. 83Resultada embriagador, de un modo decadente y clandestino, acompañar a un vampiro que nunca es nombrado como tal en sus aventuras. Entabla una lucha interior con su naturaleza mientras el mundo entero pretende dominar a los demás. Si él es una pieza en ese mórbido ajedrez, nunca lo ha buscado. Aunque su entrenamiento en las artes más letales le convierten en un peón con poderes equiparables a un reina. Uno de los personajes más sobresalientes de la trama es la propia duquesa, madre del atontado duque Marco, entregada desde Mongolia como novia del fallecido duque de Venecia. Ella representa todo el poder taimado e inteligente que mueve los hilos de la gran telaraña de influencias políticas. Es uno de los puntos fuertes de la novela, todo ese politiqueo cruel y esas conspiraciones cuyas bajas humanas no parecen preocupar a nadie. La otra gran baza es la inserción de lo sobrenatural en medio del marco histórico y real. Licántropos al servicio del emperador germano, magia que alienta visiones y mueve barcos... todo maravillosamente entretejido con elementos reconocibles.Es una continuación que goza de todas las virtudes del primero, aportando la evolución de la historia, sorpresas, dolores nuevos y una magnífica ambientación que te hace penar por no tener la tercera parte a mano.
EL PROSCRITOJon Courtenay GrimwoodAlianza EditorialTapa flexible con solapas421 págs.Fantasía/Terror/Historia Alternativa2013Título original:The Outcast BladeRelación calidad/precio:20 pellizcosVale cada céntimoWeb de Jon
En mi opinión, la mezcla de géneros es un acierto. Hay quienes se sienten confundidos por ella, prefieren una etiqueta clara que no se desmarque del camino trillado. Creo que el cruce de géneros es un filón inagotable que funde las ventajas individuales y crea, además, una idea novedosa llena de sorpresas. Por eso yo abogo por la mezcla de géneros como esta novela: historia, terror, romance y fantasía oscura. ¿Alguien da más?caminando entre las brumas de Venecia.
LOS COMENTARIOS (1)
publicado el 09 julio a las 14:08
Tiene buena pinta, me encanta el tema de vampiros, y aunado con estos ingredientes, lo hace mucho más interesante**.