El ritmo de su respiración se ralentiza y me asomo un poco para ver si está dormido. Está tumbado boca abajo, con un brazo alrededor de la cabeza. Tiene los ojos cerrados y los labios entreabiertos. Por primera vez aparenta la poca edad que tiene y me pregunto quién será en realidad ¿Quién es cuando no es de Osadía, ni instructor, ni Cuatro, ni nada en particular?. Sea quien sea, me gusta. Me resulta más fácil admitirlo ahora, a oscuras, después de todo lo sucedido. No es dulce ni cariñoso, ni tampoco especialmente amable, pero es listo y valiente, y, a pesar de haberme salvado, me ha tratado como si yo fuera una persona fuerte. Es lo único que necesito saber. Respecto a la cita… ¿Qué os puedo decir? ¿Hay alguien que aún no este loquita por él? ¡Yo quiero un Cuatro en mi vida!

