Revista Arquitectura

Entrena a Tu Cerebro Para Ser Feliz

Por Hogarismo

 Entrena a Tu Cerebro Para Ser Feliz

Si estuvieras sentado en una habitación y vieras a la izquierda una jaula con un león rugiendo, y a la derecha una jaula con una escena de una hermosa playa, ¿a cuál se sentiría atraído tu cerebro?

Si tu respuesta es el león, tienes razón. Esto se debe a que hemos sido entrenados durante miles de años para centrarnos en lo negativo, a expensas de lo positivo. Si nuestros antepasados hubiesen pasado sus días siendo conscientes de los hermosos paisajes mientras disfrutaban de su almuerzo, las probabilidades son que más tarde ellos se hubieran convertido en almuerzo. Ellos necesitaban, en la práctica, centrarse en el peligro para sobrevivir. Siglos más tarde, hemos heredado un cerebro muy bien elaborado que se siente más atraído por lo negativo que por lo positivo. Puesto que hoy en día no estamos a menudo en peligro físico, ¿cómo es que este sesgo negativo automático aparece en nuestras mentes?

He aquí 3 ejemplos de algunas “trampas de la mente” comunes que con frecuencia nos alejan más de la felicidad:

Catastrofismo. Si eres propenso al estrés y la ansiedad, es posible que reconozcas esta habitual trampa mental. Aquí es donde la mente interpreta un evento como el peor de los casos. Si tu corazón está latiendo rápidamente, puedes pensar que estás teniendo un ataque al corazón. Si tu jefe no te mira mientras caminas por el pasillo, piensas que vas a ser despedido. Este estilo de pensamiento apoya el aumento del estrés, la ansiedad e incluso el pánico.

Menospreciando lo positivo y exagerando lo negativo. La noticias hacen un gran trabajo en hacernos sentir así. Aquí es donde tenemos la costumbre de rechazar o reducir al mínimo cualquier retroalimentación positiva y ampliar la retroalimentación negativa. El vaso siempre está medio vacío. Si te coges diciendo algo positivo, seguido por un “pero” y algo negativo, estás practicando esto. “Obtuve un 95 por ciento en esta prueba, pero no obtuve un 100 por ciento”. Sin la conciencia, este estilo de pensamiento probablemente te llevaría a un estado de ánimo depresivo.

Culpar.  Ten cuidado con esto. Todos lo hacemos, señalando con el dedo a alguien más por nuestros problemas o señalándonos a nosotros mismos por las aflicciones ajenas. “Si mi jefe no fuera tan duro conmigo en el trabajo, yo no estaría tan nervioso”, o “es mi culpa que mis padres se divorciaran”. No cultivas ninguna solución y sólo te haces sentir atrapado, ansioso o deprimido.

La pregunta es ¿cómo podemos equilibrar el carácter automático de nuestro cerebro para una mayor felicidad?

Hay algunas prácticas básicas que podemos utilizar para entrenar a nuestro cerebro para conseguir algo de espacio de estas trampas de la mente y centrarnos en lo que realmente importa. Podemos cambiar nuestro cerebro para manejar mejor el estrés, ser más empáticos, más felices, menos miedosos e incluso mejorar nuestro aprendizaje y nuestra  memoria. La teoría del aprendizaje nos enseña que los que se practica y se repite en la vida se convierte en automático; y la neurociencia está demostrando que podemos cambiar la arquitectura de nuestro cerebro de forma intencionada prestando atención con mayor consciencia.

Observa, Siente y Sigue.  Cuando tu mente se distrae en una trampa de la mente, por ejemplo, “observa” dónde está vagando, “siente” o nota el pensamiento, y “suavemente aléjate” de ese pensamiento  y vuelve a la tarea en cuestión. La práctica de “observa, siente y sigue” con nuestros trampas mentales comunes, lanzará a la basura toda la atención desperdiciada en juzgarte a ti mismo, o cualquier otro pensamiento que te distraiga, y te regresará de nuevo a la tarea con mayor atención, haciéndote más productivo y menos estresado.

Entrena esta práctica durante el día y llévala de manera informal a las tareas del hogar y al trabajo, cada vez que notes que tu mente divaga en una trampa de la mente, o fuera de lo que es más importante de prestarle atención. Incluso puedes programar un recordatorio en el calendario preguntando: “¿dónde está mi atención ahora?”. Cuando aparezca el recordatorio, toma un respiro y luego responde a la pregunta. Puedes descubrir que estabas atrapado en una trampa mental.

Puedes hacer este baile una y otra vez. El propósito no es juzgarte a ti mismo si estás distraído, sólo tomar conciencia de ello y suavemente volver a centrar tu atención. Se ha demostrado que este consciente enfoque nos ayuda a ser más flexibles en nuestra toma de decisiones, menos estresados y más felices en el hogar y en el trabajo.

 

¡Pruébalo!

No tags for this post.

Volver a la Portada de Logo Paperblog