La meditación trascendental reduce en hasta un 48% el riesgo de mortalidad, infarto de miocardio e ictus en la población con enfermedades cardiovasculares. La razón, como muestra un estudio publicado en la revista ‘Circulation’, obedece a que la meditación reduce la activación del sistema simpático y la liberación de hormonas como el cortisol y la adrenalina, contrarrestando de esta manera los efectos desfavorables del estrés crónico sobre la frecuencia cardiaca y la presión arterial.
Como explica el doctor Francisco Ridocci, miembro de la Fundación Española del Corazón (FEC), a propósito del estudio, “parece innegable que las técnicas de relajación como la meditación tienen un efecto positivo para los paciente cardiacos. No obstante cabe tener en cuenta que la meditación no puede ser una sustitución de ningún tratamiento farmacológico y es necesario también que el paciente cambie los hábitos de vida para adoptar unos más saludables”.
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Menor presión arterial
Llevado a cabo con 201 adultos con enfermedad cardiovascular, el estudio mostró una reducción del 48% de la tasa de episodios cardiovasculares entre los participantes –102– que siguieron durante cinco años un programa de meditación trascendental. Es más; la reducción fue de hasta un 66% en aquellos casos en los también llevaban a cabo la actividad en sus domicilios.
Llegados a este punto, ¿cómo se explica que la meditación conlleve beneficios cardiovasculares? Tan solo debe atenderse a los parámetros meramente clínicos. Y es que la meditación se asocia con una reducción promedio de 4,9 mm Hg de la presión arterial sistólica (PAS) y de 1,5 mm Hg de la presión arterial diastólica (PAD), así como con mejoras en el control del estrés, la ira, la depresión o la hostilidad.
15 a 20 minutos dos veces al día
En este contexto, debe tenerse en cuenta que la meditación trascendental es una técnica que se practica de 15 a 20 minutos dos veces al día sentado cómodamente y con los ojos cerrados mientras se repite un mantra –ya sea una palabra o un conjunto de palabras–. Así se distingue de otras técnicas de meditación por su facilidad, naturalidad y eficacia.
Es decir, como ya refiriera el doctor Madhav Goyal, de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore (Estados Unidos) a propósito de su estudio publicado en la revista JAMA Internal Medicine, en el que se constató que la meditación trascendental resulta útil a la hora de reducir el estrés psicológico y distintos problemas de salud asociados al estrés –entre otros, la ansiedad, la depresión o el dolor–, “meditar no implica sentarse y no hacer nada. Eso no es verdad. La meditación es un entrenamiento activo de la mente para incrementar la atención, un resultado para el que los distintos programas de meditación se ajustan de maneras diferentes”.
Via: sonbuenasnoticias